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Con motivo del ochenta aniversario de la artista en el año 2013, el Museo Guggenheim Bilbao acoge, hasta el 1 de septiembre de 2014, Yoko Ono. Half-A-Wind Show. Retrospectiva, una mirada única a la obra de una de las artistas más influyentes de nuestro tiempo, una leyenda viva que ocupa un lugar destacado en el arte contemporáneo, la música y el cine experimental.
Comisariada por Ingrid Pfeiffer (Schirn Kunsthalle Frankfurt), Álvaro Rodríguez Fominaya (Museo Guggenheim Bilbao) y Jon Hendricks (Yoko Ono Exhibitions), y gracias al patrocinio de Seguros Bilbao, la muestra reúne cerca de doscientas obras, a través de las cuales el visitante puede descubrir el poliédrico universo artístico de Yoko Ono a través de más de cinco décadas de creatividad, desde mediados de los años cincuenta hasta la actualidad, incluyendo sus creaciones más recientes así como una nueva versión de la instalación y performance Moviendo montañas (Moving Mountains).
Durante más de sesenta años de producción, Yoko Ono (Tokio, 1933) ha sido reconocida como una de las más destacadas artistas de vanguardia. Pionera en aquellas especialidades artísticas a las que ha consagrado su vida, la artista ha sido considerada una de las precursoras del Arte Conceptual, el cine y la performance, así como una figura clave en el mundo de la música, con la producción de numerosos álbumes.
En la tercera planta del museo, el visitante puede descubrir el variado abanico de medios que ha utilizado a lo largo de su trayectoria: desde las artes plásticas, el dibujo, la poesía, el cine o la música hasta las instalaciones, el vídeo o la performance, entre otros. Sus piezas adoptan formas y soportes heterogéneos para desafiar las ideas convencionales del arte y plantear cuestiones esenciales sobre la existencia humana.
Un fascinante recorrido por los principales temas e ideas que abarcan toda su carrera: como su creencia en el poder de la imaginación, su compromiso político, su sentido del humor y del absurdo, o su sensibilidad ante los conflictos mundiales o ante el papel de la mujer en la sociedad. Ideas que parten tanto de su propia biografía como de cuestiones universales, que le han llevado a ocupar un puesto destacado al frente de diversos movimientos, como el pacifismo o el feminismo, entre otros.
Ciertos elementos de la tradición oriental enriquecen las obras de Yoko Ono, cuyo trabajo se basa en ideas, algunas de las cuales se manifiestan en forma de objetos, mientras que otras permanecen en el plano de lo inmaterial. A menudo, es posible reconocer en ellas una dimensión poética, un sutil sentido del humor y una actitud de crítica social, girando en torno a conceptos como la unidad, la confianza o el equilibrio.
El punto de partida para muchos de los trabajos de Yoko Ono son sus Instrucciones, directrices verbales o escritas que la artista dirige al público para la ejecución de acciones utópicas o realizables. De este modo, la autora asigna al espectador un papel activo en el proceso, incitándole a participar y conduciéndole a profundizar en la autorreflexión y el potencial de la mente. Así, la palabra “Participa” colocada junto a algunas de las obras, es una invitación directa de Yoko Ono a interactuar con su obra. Y lo hace por medio de la pieza Entrada (En Trance, 1998/2013), una de las instalaciones arquitectónicas de Yoko Ono, consistente una puerta giratoria de cristal y una cortina que da la bienvenida al público a la muestra.
De cualquier manera, el Museo Guggenheim Bilbao vuelve a poner sobre la mesa – en este caso en colaboración con la Schirn Kunsthalle Frankfurt– a un referente del arte contemporáneo.
Fuente: Museo Guggenheim Bilbao