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Del 10 al 12 de marzo, la localidad alicantina de Villena acoge uno de sus festejos más reconocidos –junto al de Moros y Cristianos y el Festival Leyendas del Rock–, hablamos de las Fiestas del Medievo. En esta XVI edición, las celebraciones esperan superar las 60.000 visitas del año pasado gracias a una completa programación que incluye más de 50 actividades para público de todas las edades.
Declaradas Fiestas de Interés Turístico por la Generalitat Valenciana, estas fiestas, que transforman a la ciudad en un curioso viaje al pasado, ofrecen un sinnúmero de propuestas. Así, por ejemplo, dos de los actos más llamativos son el Enlace Medieval y la Procesión de Antorchas. Completan la programación los combates de lucha medieval realizados en pleno Castillo de Villena –original del siglo XII– por la Liga Oficial de Combate Medieval.
En el primer caso, Villena se ha convertido en un destino único para celebrar una boda de lo más original en plenas Fiestas del Medievo. En la anterior edición cuatro parejas de prometidos se dieron el ‘Sí quiero’ vestidos de época y a los pies del Castillo de la Atalaya, acompañados por familiares y amigos, vecinos, turistas y curiosos. Y si el año pasado la ‘Ciudad del amor medieval’ casó a cuatro parejas –de las cuáles una estaba formada por dos ciudadanos chinos– este año los contrayentes son dos vecinos de la localidad. Además, el año que viene, Villena quiere potenciar el turismo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), invitando a este colectivo a celebrar el día más importante de sus vidas con una original ceremonia medieval en el Castillo de la Atalaya.
Del mismo modo, algunas de las actividades culturales más destacadas de esta XVI edición son la Procesión de las Antorchas, la recreación histórica de la visita de los Reyes Católicos a Villena, el asedio al Castillo de la Atalaya, los combates medievales ofrecido por la Liga Oficial de Combate Medieval y, por supuesto, el enlace medieval del caballero castellano Toni García Moya y la doncella Ángela Noelia Rodán Corpa, que se celebrará el sábado 11 de marzo, a las 12:00h, junto a la explanada de la fortaleza de la ciudad. Se trata de una ceremonia muy especial, en la que los contrayentes van ataviados con trajes de época y reciben las alianzas de un halcón que desciende de las alturas. La ceremonia comienza cuando la prometida sale de su casa y es acompañada hasta el Castillo por la comitiva, formada por otros vecinos del pueblo engalanados con trajes de época, turistas y curiosos que la llevan hasta el escenario de celebración del enlace.
La Procesión de las Antorchas, cuyo objetivo es liberar a la ciudad de brujas y malos espíritus, saldrá el sábado 11 de marzo, a las 23.00h, desde la Plaza de Biar. Los vecinos y turistas podrán sumarse a esta actividad adquiriendo sus antorchas en el puesto de información y en la plaza de la localidad. Durante el recorrido, los participantes podrán deleitarse con las músicas de diferentes bandas y con la escasa luz que desprenden sus antorchas para espantar a los malos espíritus. El recorrido finalizará junto al Castillo de la Atalaya con fuegos artificiales y un concierto de música celta, que este año correrá a cargo de la Groovy Celtic Band.
Una pieza clave de este viaje al pasado es, por supuesto, el Mercado, en el que participan más de 200 puestos de artesanía y gastronomía. Y en paralelo se han organizado numerosas actividades para adultos y niños, incluyendo la teatralización histórica del Desencuentro del Cid en Villena, varias exhibiciones de vuelo libre de aves rapaces diurnas y nocturnas, así como numerosos talleres infantiles en los que se enseña a los más pequeños a hacer malabares, a diseñar un caballo medieval, elaborar pan y explicaciones de armamento y vestuario de combate medieval. Todo ello aderezado por los tradicionales pasacalles, espectáculos de saltimbanquis, magia medieval, danza árabe, andalusí y clásica, conciertos de música celta, cantos gregorianos… Consulta y/o descarga el programa completo aquí.
Las Fiestas del Medievo de Villena surgieron hace 16 años para dar a conocer la historia del municipio alicantino y celebrar a San José –santo cuya ermita se halla precisamente en el barrio de El Rabal–, aunque la fiesta en sí se celebra el fin de semana anterior a dicha festividad. Con el paso de los años, éstas han ido ganando peso, llegando a movilizar hasta su casco histórico a miles de turistas que visitan el municipio atraídos por su patrimonio, su historia, sus costumbres y la espectacularidad de la propia cita. Así, durante tres días, Villena regresa a la Edad Media y ofrece una conjunto de experiencias realmente fuera de serie.
Fuente: RV Edipress