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El verano ha quedado lejos y es momento de disfrutar de una escapada de Otoño. Y Valletta, la capital de Malta, es un destino perfecto para ellos. Sus 300 días de sol al año –a menos de 3 horas en avión desde Madrid y menos de 2 horas desde Barcelona– invitan a disfrutar de mucha historia, cultura, gastronomía y naturaleza. Además, ahora Malta cuenta con un nuevo atractivo arquitectónico y cultural: el proyecto Valletta City Gate, diseñado por el célebre arquitecto Renzo Piano.
Ciudad histórica
Valletta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980, es una de las ciudades históricas más densas del mundo: en un área de 55 hectáreas se agrupan 320 monumentos. Entre estos, destacan la Concatedral de San Juan donde se encuentra “La decapitación de San Juan”, la obra más importante del famoso pintor italiano Caravaggio; el antiguo Palacio del Gran Maestre, que actualmente alberga el Parlamento de Malta; y el Museo Nacional de Bellas Artes.
Patrimonio cultural inmenso
Recientemente elegida como Capital Europea de la Cultura para 2018, Valletta es un importante núcleo cultural que cuenta con un amplio calendario de eventos a lo largo de todo el año, desde festivales de ópera y jazz a procesiones religiosas pasando por mercados al aire libre, actuaciones teatrales y el ya famoso carnaval maltés. Y son sus calles adoquinadas y sus históricos edificios los encargados de albergar todas estas iniciativas que hacen que la ciudad sea protagonista de continuas muestras artísticas. El Teatro Manoel, que ostenta el privilegio de ser el tercer teatro (en funcionamiento) más antiguo de Europa, o el nuevo teatro al aire libre construido sobre las ruinas del antiguo teatro de la ópera diseñado por el famoso arquitecto Renzo Piano, son solo dos ejemplos de los muchos lugares que acogen este tipo de iniciativas.
Gastronomía multicultural
La cocina maltesa está compuesta por los sabores acumulados durante casi 6.000 años de historia. El guiso de conejo o stuffat tal-fenek o la sopa de las viudas son las especialidades nacionales. Como es de esperar en una isla, el pescado y el marisco son también esenciales en la dieta maltesa. La cercanía de Italia se percibe en pizzas, maccheronis y spaghettis, mientras que el carácter turco se deja ver en los pastizzi que acompañan al café.
Naturaleza embriagadora
Además de recorrer las calles de Valletta y visitar sus lugares históricos, la ciudad también permite relajar los sentidos gracias a sus espectaculares paisajes naturales. Los viajeros que buscan paisajes azules, pueden contemplar las hermosas vistas desde el Gran Puerto, apreciando las conocidas como “las tres ciudades” (Senglea, Cospicua y Vittoriosa) o recorrer en barco la espectacular bahía. Para los que prefieren los escenarios verdes, a las afueras de Valletta se encuentra la reserva natural Buskett Gardens formada por 30 hectáreas de jardines originariamente plantados por los Caballeros Hospitalarios como coto de caza.
En todo caso, tanto Valletta como, en general, las Islas Maltesas –Malta, Gozo y Comino– ofrecen grandes atractivos, desde sitios arqueológicos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hasta encantadoras playas, que en este Otoño invitan a vivir la escapadas perfecta.
Fuente: Globally Turismo