Share This Article
La Navidad es una de las épocas más bonitas del año. Fechas que invitan a soñar. Si todavía no has hecho tu carta a los reyes y quieres vivir unas navidades repletas de felicidad, paz, gastronomía y patrimonio en entornos únicos, no olvides añadir a tu carta la red de Hospederías de Castilla-La Mancha.
Esta época del año, en la que las luces, los villancicos y el cariño inundan las calles, descubrir nuevos lugares resulta algo mágico. Y una clara muestra de ello la encontrarás en el corazón de Castilla-La Mancha, en su capital, la monumental ciudad de Toledo, repleta de rincones y patrimonio,. Patinar en la pista de hielo, visitar los belenes, el mercadillo de Navidad en la Plaza de Zocodover y comprar mazapán son solo algunas de las actividades obligatorias en cualquier visita. Y sin salir de su extraordinario casco antiguo, otra de las visitas obligadas es el Hotel Boutique Adolfo. Elegancia y confort se unen en este singular establecimiento, donde las maravillosas vistas de la plaza del antiguo zoco árabe y los innumerables detalles que subrayan la hospitalidad y la calidad del lugar harán de tu estancia en la ciudad una experiencia única.
Sin movernos de la ciudad y en pleno barrio judío, no podrá faltar el paso por el antiguo palacio de la Emperatriz Eugenia de Montijo. Precisamente, el lugar rinde homenaje a su figura y es ideal para sumergirse en la historia de la ciudad. Se trata del Hotel Eugenia de Montijo Autograph Collection, que además de contar con el Club de Fitnees & Spa ofrece una increíble propuesta gastronómica en el Restaurante Federico, nombre del diseñador de la Emperatriz, y en el que se puede degustar comida local basada en la calidad del producto.
Visitar Castilla-La Mancha supone descubrir auténticas joyas históricas, como la localidad de San Carlos del Valle, el pequeño vaticano manchego. Este mágico lugar de la provincia de Ciudad Real invita a recorrer sus empedradas calles y plazas, y a descubrir todo el encanto de la Navidad en sus múltiples rincones. Y precisamente ahí encontrarás la calma y serenidad en la Hospedería Santa Elena, ubicada en plena Plaza Mayor de San Carlos, Entre sus muros y balcones de madera, dignos de un antiguo patio de comedias, este edifico del siglo XVII ofrece todas las comodidades para el viajero sin perder la esencia tradicional manchega.
La ciudad que cuelga sobre la Hoz del Júcar es otro de los destinos que invita a vivir estas fechas entre mercadillos navideños, rutas de belenes y un sin fin de actividades. Se trata de la incomparable Cuenca, una estampa única digna de ver, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En pleno centro de la ciudad, a escasos metros de la Catedral, se encuentra el Hotel Convento del Giraldo, uno de los establecimientos más emblemáticos de la ciudad.
Ahí, gastronomía y descanso van de la mano; sus menús especiales para esta época, como el menú de Noche Vieja, el menú especial del día de Navidad y el menú de Año Nuevo, ofrecen toda la riqueza de la mejor gastronomía castellanomanchega, y descansar en su spa con área termal es la guinda perfecta para cualquier visita a la ciudad.

Y sin dejar esta provincia, a los pies de un imponente castillo medieval se esconde la villa de Belmonte. Una postal navideña que los días de nieve deja impresionado a cualquiera. En este pintoresco lugar se encuentra una singular fortaleza de paso –posteriormente convertida en convento de Dominicas–, construida en el siglo XIV por el famoso príncipe de Villena, Don Juan Manuel. Se trata, por supuesto, del Hotel-Spa Palacio del Infante Don Juan Manuel, donde confort, relax y calidad se unen a la historia, tradición y belleza del entorno.
En todo caso, esta temporada piérdete en las maravillas que ofrece Castilla-La Mancha, disfruta rodeado de los tuyos y descubre la magia de la Navidad de la mano de la extraordinaria Red de Hospederías.