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Aunando patrimonio, naturaleza en estado puro, el exotismo de una cultura con tres mil años de historia y un sinfín de experiencias únicas para todos los gustos, Túnez se alza como un destino inmejorable para viajar en la época primaveral.
Del reflejo del sol sobre las cristalinas aguas de sus playas al rumor de la brisa que mece las dunas del desierto, Túnez abre la puerta a una fascinante cultura milenaria que combina historia, exotismo y espacios naturales únicos que dan lugar a paisajes de ensueño. Con la llegada del buen tiempo se convierte en el destino perfecto para una escapada diferente esta primavera y a menos de dos horas en avión desde Barcelona o Madrid.
Siguiendo un nuevo modelo de ciclo turístico que presentó en la pasada edición de Fitur y que tiene por objetivo dinamizar su industria turística, el país mediterráneo posee hoy todos los ingredientes para alzarse también como un destino de referencia en experiencias. Además de los tesoros del desierto y sus playas, numerosos circuitos temáticos, infinidad de actividades culturales y deportivas vertebran la oferta de este apasionante rincón del norte de África.
Tras las huellas del pasado
Visitar Túnez es viajar en el tiempo a la gloriosa Cartago, cuyo sitio arqueológico está hoy catalogado como Patrimonio de la Humanidad, pero no es el único lugar del país mediterráneo que posee este distintivo. La medina de Túnez, que también forma parte del listado de la UNESCO, aglutina importantes edificios, entre ellos numerosas mezquitas como la de la Aceituna o Gran Mezquita, el Hospital de Sidi Bou Krissan y diversos palacios, como el de Dar el Bey o el de Dar Ben Abdallah. Además, el anfiteatro de El Djem, la ciudad púnica de Kerkouane y su necrópolis, la medina de Susa y las ciudades de Keruán y Dougga (Thugga) son también de visita imprescindible.
Para los amantes de la historia, existe la posibilidad de realizar un circuito temático que recorre los sitios y monumentos tunecinos clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Un oasis a las puertas de África
De sus 125 kilómetros de costa a las profundidades del desierto, Túnez está repleto de enclaves con un gran valor natural. En el norte, rodeadas de aguas cristalinas y una vegetación exuberante, se encuentran pintorescas ciudades costeras como Bizerta, y no muy lejos de ahí playas como la de Kalâat el-Andalous –literalmente “ciudad de los andaluces”, puesto que ahí se instalaron moriscos expulsados de España en el siglo XVII–, un lugar idílico para practicar deportes acuáticos como, por ejemplo, el kitesurf. Al sur, más salvajes y con el desierto como cautivador escenario, las playas se convierten en auténticos oasis donde abundan las palmeras; este es el caso de la isla de Djerba, el destino de playa por antonomasia del país.
Senderismo e introspección en el desierto
En el interior, el desierto del Sáhara tunecino se extiende como un remanso de paz y serenidad que, en épocas como la temporada primaveral, permite descubrir un maravilloso mundo de dunas de arena, montañas escarpadas y oasis verdes en un entorno idóneo para la meditación. Al mismo tiempo, este agreste entorno no deja de ser un mosaico cultural realmente apasionante.
Otra posibilidad de esta parte del corazón de Túnez es recorrer el macizo del Dahar, ubicado en la región bereber poco conocida del sureste; desde Béni Khédéche y el mítico pueblo de Zamour hasta llegar a los paisajes lunares de Matmata, se trata de una experiencia única donde poder contemplar el cielo estrellado al calor de un té recién hecho en una de las singulares casas trogloditas excavadas bajo tierra.
Un álbum lleno de experiencias
A las rutas senderistas y culturales se unen numerosos circuitos temáticos, entre ellos rutas del vino o de cine, e incontables propuestas de actividades outdoor que forman parte de la oferta tunecina. En este sentido, cabe destacar el circuito vitivinícola Tras las huellas de Magón, una ruta que sigue el rastro del agrónomo cartaginés Magón poniendo en valor las tradiciones enológicas y gastronómicas del país; los circuitos de cine que recorren los escenarios de películas como La guerra de las galaxias, El paciente inglés, Indiana Jones: En busca del arca perdida y Oro Negro, con Antonio Banderas; y eventos maratonianos como el Ultra Trail El Djerid 50/100km o la Maratón de Túnez-Cartago que están situando a Túnez bajo los focos del running a nivel internacional.
En todo caso, Túnez ofrece todo tipo de experiencias para vivir, esta primavera, una escapada, o unas buenas vacaciones, llenas de arte, cultura, naturaleza, gastronomía, deporte… Lo dicho, un viaje realmente inolvidable.
Datos de interés:
Visado: Los españoles pueden viajar solo con el pasaporte en vigor de una validez de 03 meses, billete de avión ida y vuelta, sin necesidad de visado hasta una estancia de 90 días.
- Moneda: Dinar Tunecino (1 euro=3,13 dinares tunecinos).
- Clima: Mediterráneo en la costa norte y este, con veranos calientes e inviernos suaves, y desértico al sur.
- Idioma: El árabe es la lengua oficial y el francés se habla con fluidez junto a otros idiomas internacionales, como el español, el italiano o el alemán.
- Distancia: Túnez ciudad, capital del país, está a 2 horas de vuelo desde Madrid y 1:40 horas desde Barcelona.
- Conectividad: Actualmente, Tunisair vuela 4 días por semana entre Túnez y Barcelona y otros 4 días entre Túnez y Madrid, llegando a un total de 10 vuelos semanales entre ambos países a partir del mes de abril. Air Europa también opera entre Túnez y España.
Fuente: Promotourist