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Un país es, por supuesto, su territorio, pero quizás lo que realmente hace a un lugar distinto a otro es todo aquello que sucede, precisamente, dentro ese pedazo de tierra, y en particular el conjunto de costumbres y tradiciones que suponen, por decirlo de alguna manera, el ADN de cualquier destino.
En este sentido, Alemania ha decidido hacer del 2015 un año especialmente dedicado a celebrar el patrimonio cultural inmaterial que hace de aquel país un lugar auténtico y, al mismo tiempo, realmente fascinante. Además, la actual inclusión de 27 tradiciones y costumbres en el nuevo listado nacional confirma la importancia de la valoración de este tipo de expresiones populares. Hablamos de saberes y habilidades que se trasmiten de generación en generación; tradiciones vivas que conectan, en un diálogo a través del tiempo, el pasado, el presente y el futuro de Alemania.
El carnaval suebo-alemánico, el carnaval renano con sus variantes locales, la producción de la turba y el alquitrán, los usos y fiestas sociales de los sorbios de Lusacia, las hogueras del Mar del Norte, la hermandad de salineros de Thale zu Halle, la Pasión de Oberammergau, la cultura alemana del pan, la construcción de órganos y su música… Estos son sólo algunos de los más significativos ejemplos de tradiciones vivas examinadas por el Comité de expertos de la UNESCO, certificadas por la Conferencia de ministros de cultura de los estados federados y promocionadas por la Oficina Nacional Alemana de Turismo (ONAT).
Y es precisamente a través de la ONAT que se ha puesto en marcha la campaña temática ‘Tradición y cultura’, una invitación abierta al mundo para que todos aquellos interesados viajen por Alemania y descubran todas esas manifestaciones que componen el ADN cultural alemán. La campaña se vincula mediante tres pilares fundamentales: ‘Gastronomía alemana’, ‘Tradiciones vivas’ y ‘Arte y artesanía’. En concreto, se trata de invitar a todos los viajeros a disfrutar con las tradiciones que se viven cotidianamente a lo largo y ancho del país –algunas famosas en todo el mundo, otras esperando a ser descubiertas– y su integración en la sociedad actual.
Un viaje que invita a degustar deliciosas recetas de la cocina tradicional, elaboradas al estilo de la abuela, y a probar las infinitas especialidades regionales, desde la cerveza de Baviera y los vinos de Renania-Palatinado hasta las salchichas rostbratwurst de Turingia –¡la misma receta desde hace 600 años!– y los tesoros del mar que se encuentran en la lonja de Hamburgo; a descubrir antiguos oficios artesanales que siguen fascinando a grandes y pequeños, desde las cerámicas de Kellinghusen hasta las minuciosas miniaturas de madera de Annaberg-Buchholz, pasando por los delicados bordados de los pueblos sorbios del bosque del Spree. Alemania invita a emprender un viaje por el tiempo hasta los inicios de algunos inventos que resultaron revolucionarios, como el automóvil, el tranvía o la aspirina. Del mismo modo, el viajero puede dejarse llevar por el ambiente que invade las fiestas y los mercados, y celebrar lo vivas que siguen estando algunas de las más antiguas tradiciones, desde el Carnaval de Colonia hasta los pintorescos mercadillos navideños, como el Striezelmarkt de Dresden –el más antiguo y, para algunos, el más bonitos mercado navideño de Alemania–, pasando por la célebre Schützenfeste de Hannover, que se celebra desde hace 500 años y es uno de los eventos más espectaculares de la agenda cultural del país. Las cantidad y diversidad de opciones es sencillamente abrumadora, y cada una de ellas refleja la inabarcable riqueza cultural alemana.
Además, para todos aquellos que quieran mantenerse informados sobre las actividades que durante 2015 girarán en torno a las tradiciones y las costumbre en Alemania, la propia ONAT ofrecerá continuamente todo tipo de contenidos particularmente a través de la web y, sobre todo, de las redes sociales (con el ‘hashtag’ #JoinGermanTradition).
En todo caso, el año 2015 se perfila como la ocasión perfecta para descubrir, o volver a disfrutar, todas esas expresiones que dan sentido al excepcional mosaico cultural que habitualmente conocemos como Alemania.