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La Semana Santa es una de las manifestaciones populares de mayor arraigo y atractivo turístico en Castilla y León, y con motivo de esta festividad la Comunidad se convierte en una tierra abierta en la que el arte, la tradición y el fervor religioso, pero también el carácter popular, confluyen para dar lugar a un conjunto de experiencias realmente único. De hecho, es la Comunidad Autónoma con mayor número de Semanas Santas declaradas de Interés Turístico (Internacional, Nacional y Regional).
La Semana Santa de Castilla y León, desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, es un mosaico de procesiones y ritos religiosos únicos, pero estos días también invitan a descubrir una Comunidad repleta de eventos culturales, arte y naturaleza, que además ofrece una amplia red de alojamientos de calidad y una gastronomía que conjuga modernidad y tradición, regada con los vinos de 9 Denominaciones de Origen.
FIESTAS DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL
ÁVILA.- Ciudad Patrimonio Mundial, Ávila mantiene las tradiciones de Semana Santa y, además, ha incorporado en los últimos años nuevos actos. Junto con el tradicional ‘Vía Crucis’ en torno a la muralla en las primeras horas del Viernes Santo, en fechas más recientes han visto la luz procesiones como la de la Estrella, que se suman a tallas de veterana devoción, como el Cristo de Medinaceli o el de las Batallas, que procesiona el Miércoles Santo.
No te puedes perder.- La Procesión del Encuentro, el Lunes Santo; en la plaza de la Catedral se produce el encuentro de la Virgen con su Hijo crucificado. El ‘Vía Crucis’ en torno a la muralla comienza en la madrugada del Viernes Santo y recorre el recinto amurallado con la popular talla del ‘Cristo de los Ajusticiados’.
Curiosidad gastronómica.- Además de las famosas alubias de El Barco, las patatas ‘meneás’, los quesos del Tiétar y las carnes de ternera avileña, en Ávila destacan las yemas de Santa Teresa y en la época de Semana Santa las flores, unos dulces que se sirven con azúcar y canela. También es típico el hornazo, especialmente el Domingo de Resurrección.
LEÓN.- La Semana Santa de León cobra especial relevancia por la participación masiva de los habitantes de la ciudad. Estas celebraciones religiosas se remontan al s.XVI y la procesión de Los Pasos, que se prolonga durante horas el Viernes Santo, es una de sus estampas más características. Desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurreción, León ofrece procesiones y actos penitenciales en lugares emblemáticos.
No te puedes perder.- La Procesión de la Sagrada Cena el Jueves Santo y el Encuentro de La Dolorosa con San Juan durante la procesión de Los Pasos del Viernes Santo. La Solemne y Oficial Procesión del Santo Entierro, (en la que desde 1830 se alternan dos cofradías). La Procesión del Santo Cristo del Desenclavo, la tarde del Sábado Santo, cuyo acto principal es el Desenclavo frente a la Puerta del Perdón de la Real Basílica Colegiata de San Isidoro.
Curiosidad gastronómica.- La gastronomía leonesa es rica y variada, desde su famosa cecina hasta la sopa de truchas, el bacalao al ajo arriero, o la limonada, éstos últimos típicos de Semana Santa. Un plato también muy típico durante esta época son los garbanzos con bacalao y espinacas. Estando en la ciudad, nada como tapear por el Barrio del Húmedo y el Romántico.
MEDINA DEL CAMPO.- Presidida por el castillo de la Mota, que vio morir a Isabel la Católica, la villa conocida por su tradición ferial y mercantil, tiene en la Plaza Mayor de la Hispanidad el epicentro de sus celebraciones. Medina del Campo cuenta con las procesiones de disciplina más antiguas de España, de las que ya se ha celebrado su VI centenario, y las cofradías celebran la Semana Santa con tallas únicas, como Nuestra Señora de las Angustias o el Nazareno de la Cruz.
No te puedes perder.- La concentración de pasos que tiene lugar en la Plaza Mayor de la Hispanidad el Jueves Santo, por la noche, durante la procesión de la Vera-Cruz. Al atardecer del Viernes Santo comienza la Procesión General del Silencio, a la que acuden todas las cofradías medinenses con sus 16 pasos y en la que se puede apreciar una impresionante colección de imágenes del s.XVI.
Curiosidad gastronómica.- Entre las especialidades gastronómicas de Medina del Campo destaca el cochinillo, el lechazo asado en su jugo y las chuletillas al sarmiento, así como una gran variedad de platos escabechados. En repostería: las cocadas, los empiñonados, las cagadillas de gato, los periquillos…
MEDINA DE RIOSECO.- Fue la primera localidad no capital de provincia que obtuvo la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional (2009). Durante siglos, los riosecanos se han estremecido al toque del pardal, típico de su Semana Santa. Las calles soportaladas, el canto de la Salve en el Corro de Santiago el Jueves o la salida de los Pasos Grandes el Viernes Santo, son algunos de los atractivos de la ciudad de las Cuatro Catedrales o de los Almirantes de Castilla.
No te puedes perder.- La noche del Martes Santo tiene lugar la Procesión de la Clemencia; el Miércoles, el Vía Crucis y la Procesión del Encuentro; el Jueves, la Procesión del Mandato, y el Viernes Santo, la Procesión del Dolor con la salida de los famosos “Pasos Grandes”. La “Rodillada”, genuflexión con los pasos a hombros ante la Virgen de la Cruz en la Puerta de Ajujar, es uno de los momentos más esperados en las procesiones del Jueves y Viernes Santo.
Curiosidad gastronómica.- Medina de Rioseco es una localidad muy reconocida por su gastronomía, entre cuyas especialidades sobresalen las sopas de ajo, el pisto castellano y los pichones guisados de modo casero. En repostería destacan los abisinios, los bollos de aceite, las pastas almendradas y unos hojaldres rellenos de crema que se conocen como “Marinas”.
PALENCIA.- La Vestición, el Prendimiento y los tres toques de Tararú son algunas expresiones que describen algunos de hitos de la Semana Santa de Palencia. La ciudad también ofrece interesantes contrastes en sus monumentos, desde la modernidad del Cristo del Otero, obra del escultor Victorio Macho, hasta la antigüedad representada en la Cripta de San Antolín, construcción visigoda y románica integrada en el conjunto de la Catedral, llamada popularmente como La Bella Desconocida.
No te puedes perder.- El Acto de Vestición, el Lunes Santo, explica las piezas con las que se viste el cofrade. El Acto del Prendimiento, en la Plaza de San Miguel a última hora del Martes Santo. La triple reverencia de Jesús ante su Madre el Viernes Santo por la mañana. La procesión de la Soledad de la Virgen, el Sábado Santo, en la que desfilan todas las tallas de María en sus distintas advocaciones, y los actos penitenciales protagonizados por los más de 5.000 cofrades palentinos.
Curiosidad gastronómica.- Palencia ofrece una gran variedad gastronómica; sobresale la menestra, las carnes de ternera, los cangrejos, las truchas y los quesos. En dulce habría que citar los amarguillos, almendrados, las ciegas, los mantecados, los socorritos, las galletas, la leche frita y los tocinillos de cielo.
SALAMANCA.- La Semana Santa de Salamanca discurre por las calles de una ciudad que es, a su vez, Patrimonio Mundial. Las tallas y las cofradías se funden con monumentos cargados de historia: edificios universitarios, la Casa de las Conchas, las dos catedrales, la Clerecía y el omnipresente ambiente estudiantil que, durante diez días, se suma a unas celebraciones que viven profundamente cientos de cofrades.
No te puedes perder.- El Jueves Santo la procesión de la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz, que realiza una oración y un acto penitencial en el atrio de la Catedral Nueva. La representación del Descendimiento, el Viernes Santo a primera hora de la tarde en el Humilladero del Campo de San Francisco, con los pasos del ‘Santo Sepulcro’ y ‘Las imágenes del Descendimiento’
Curiosidad gastronómica.- En Salamanca destacan los embutidos de cerdo ibérico, las carnes frescas de cabrito, cordero y vacuno, las lentejas de la Armuña. Entre los dulces, el turrón de La Alberca, el bollo maimón, los repelaos, las obleas y las paciencias. En Semana Santa sobresale especialmente el hornazo y los Amarguillos elaborados a base de huevos y almendras dulces y amargas.
VALLADOLID.- Un museo al aire libre; de este modo tan plástico puede definirse la Semana Santa vallisoletana, que ve desfilar cada año las mejores tallas de la imaginería castellana de los siglos XVI y XVII. El Museo Nacional de Escultura posee importantes fondos de pintura religiosa e imaginería de los siglos XIII al XVIII, y la ruta “Paso a Paso”, parte del programa “Paseos por la Ciudad”, visita iglesias penitenciales que albergan diferentes pasos procesionales.
No te puedes perder.- Interesante el Pregón y el Sermón de las Siete Palabras. El Encuentro de la Virgen de las Angustias con Cristo Camino del Calvario, el Martes Santo ante la impresionante fachada del Palacio de Santa Cruz. La Procesión General en la tarde del Viernes Santo, donde desfilan miles de cofrades junto a 32 pasos tallados, la mayor parte de ellos por insignes imagineros del barroco.
Curiosidad gastronómica.- Los pinchos y la gastronomía vallisoletana cuentan con un gran reconocimiento; el asado de lechazo, las sopas de ajo realizadas con el famoso pan de Valladolid, los platos de caza (liebre, perdiz o codorniz), en guiso o escabechados, y el queso de oveja acompañado con membrillo, azúcar o miel, son sólo algunas de sus especialidades.
ZAMORA.- Una de las poblaciones donde se vive con mayor intensidad la Pasión es Zamora. Conocida como la capital del románico, ha cultivado durante siglos unas tradiciones que hacen de estos días unos muy especiales. No hay que dejar de visitar el Castillo y sus jardines, la Casa de los Gigantes y el Museo de la Semana Santa, donde se custodian muchos de los pasos que salen en las procesiones.
No te puedes perder.- La procesión de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que sale el Lunes Santo desde la Iglesia Parroquial de San Vicente. En la Plaza Santa Lucía, el coro de la Hermandad entona el motete “Jerusalén, Jerusalén” del compositor zamorano Miguel Manzano. El canto del Miserere, hacia la 1 de la madrugada del Viernes Santo, en la Plaza de Viriato; los cofrades alumbran con antorchas el paso de ‘Jesús Yacente’ ante el que se entona el cántico de piedad en medio de un impresionante silencio.
Curiosidad gastronómica.- El Domingo de Resurrección no se puede perder el “Dos y Pingada” (dos huevos fritos, lonchas de jamón serrano frito acompañado de pan), se sirve en todos los bares y restaurantes por la mañana y a la hora de comer. Un dulce muy típico son las “aceitadas”.
FIESTAS DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL
ASTORGA.- Situada en el cruce entre el Camino Francés y la Vía de la Plata, la capital de La Maragatería cuenta con destacados monumentos y un importante patrimonio de época romana. Las celebraciones santas cuentan con procesiones todos los días, pero se vive con especial intensidad el tránsito del Jueves al Viernes, así como la Carrera de San Juanín. En la cocina maragata destaca el cocido, que se come a la inversa, de la carne a la sopa, pero también las patatas maragatas con congrio y las famosas mantecadas.
PONFERRADA.- La Basílica de la Encina, el Castillo de los Templarios… la capital de la comarca del Bierzo ofrece una Semana Santa muy especial, encabezada por la Hermandad de Jesús Nazareno y sus 18 pasos procesionales. Y a media noche del Sábado Santo, al pie de la fortaleza templaria, el canto de la Salve a la Virgen de la Soledad. Por su parte, la gastronomía berciana ofrece pimientos, manzanas reinetas y peras de conferencia bajo denominaciones de calidad, y especialidades como el botillo, la olla y la empanada berciana.
BURGOS.- La primera ciudad del Camino de Santiago en Castilla y León acoge una de las catedrales más significadas de la ruta y la única declarada Patrimonio Mundial de forma individual. En la Semana Santa, los ‘Vía Crucis’ y Rosarios de las primeras jornadas son el preludio de intensos días de procesiones y celebraciones de los Santos Oficios en la Catedral. La gastronomía burgalesa es reconocida por la morcilla y los asados de cordero, aunque también sobresalen los escabechados y la famosa olla podrida.
PEÑAFIEL.- Lugar de la Bajada del Ángel el Domingo de Resurrección, la villa es reconocida por su castillo, su gastronomía y sus vinos, pero no se debe dejar de visitar la Iglesia de San Pablo, el Coso o la Casa de la Ribera. Y si es Viernes Santo hay que recorrer los monumentos de las Cofradías en las distintas parroquias. Los vinos de la Ribera del Duero son inseparables del lechazo asado en horno de leña, pero también de las piezas de caza guisadas o escabechadas, las setas y el hornazo.
FIESTAS DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL
Ágreda, Aranda de Duero, Bercianos de Aliste, Burgo de Osma, Navaluenga, Sahagún, Segovia, Soria, Tordesillas y Toro son las localidades cuya Semana Santa se ha declarado como Fiesta de Interés Turístico Regional. Si bien es cierto que en cada caso la fiesta se vive con sus matices particulares, también se puede decir que todas ellas cuentan con las profundas raíces que caracterizan a la Semana Santa castellanoleonesa.
Las procesiones del Sermón de las Siete Palabras y la General del Santo Entierro en Ágreda; los singulares sermones y meditaciones del Viernes Santo y la Pascua de Resurrección en Aranda de Duero; los 500 años de tradición en la pequeña localidad de Bercianos de Aliste; la procesión del Santo Entierro en las angostas calles del Burgo de Osma; la popular procesión de Los Romances, en la que se declaman versos de Lope de Vega, en Navaluenga; las representaciones del Santo Entierro y el Desenclavo en Sahagún; las procesiones en el casco histórico de Segovia; la representación cronológica de la Pasión, Muerte y Resurrección, en Soria; las exquisitas tallas de la Escuela Castellana de los pasos en Tordesillas; los cánticos de piedad de la Pasión toresana; muestras indiscutibles –aunque no las únicas– de la riqueza cultural de estas celebraciones.
Las procesiones más antiguas de España, la mejor colección de escultura procesional y el mayor número Fiestas de Interés Turístico (Internacional, Nacional y Regional) hacen que Castilla y León ofrezca unas de las celebraciones de Semana Santa más especiales de toda la geografía española. Y para cerrar el círculo de una experiencia inolvidable, a todo ello se suma una gastronomía excepcional y un patrimonio artístico y cultural verdaderamente fuera serie.
Fuente: Turismo Castilla y León