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Un año más, la Basílica de Sant Francesc, en Palma de Mallorca, será el escenario de la Semana Internacional de Órgano, un ciclo de conciertos que reunirá a algunos de los mejores organistas del panorama internacional del 6 al 10 de mayo.
Este singular evento, que reúne a cientos de visitantes aunando la mejor música clásica con la belleza de uno de los templos más relevantes del gótico mallorquín, ofrecerá durante cinco días las interpretaciones de cinco organistas de renombre a nivel internacional, quienes brindarán su excelencia musical a todos los presentes de forma gratuita –voluntariamente, quienes lo deseen podrán aportar un euro voluntario a beneficio de Caritas Mallorca.
Las actuaciones de la XII Semana Internacional de Órgano serán las siguientes:
Lunes 6 de mayo: Oliver Vernet, organista de la Catedral de Montecarlo, encabezará las actuaciones de este recital, seguido por Cédric Meckler, que tomará las riendas con el órgano a 4 manos y 4 pies.
Martes 7: Wilibald, organista de la Catedral de Saint Gall en Suiza.
Miércoles 8: El músico valenciano Arturo Barba ofrecerá sus melodías acompañado por la contralto alemana Waltraud Mucher.
Jueves 9: Actuación del organista del Vaticano, Joan Paradell.
Viernes 10: Axel Flierl, organista de la Basílica de St. Peter en Dillingen (Alemania), y la Orquesta del Conservatorio Superior de las Islas Baleares.
Durante la XII Semana Internacional de Órgano los asistentes podrán disfrutar de composiciones de los más grandes maestros, como Johann Sebastian Bach, Felix Mendelssohn y Maurice Ravel. En todo caso, esta cita musical –organizada por Arnau Reynes, organista de la Real Basílica de Sant Francesc y la Comunidad Franciscana del Tercer Orden Regular– volverá a supone un auténtico deleite para los sentidos.
La Basílica de Sant Francesc, joya de la historia de Palma
Situada en el núcleo antiguo de Palma de Mallorca, la Basílica de Sant Francesc es, junto con su claustro gótico, uno de los conjuntos arquitectónicos más hermosos y mejor conservados de la ciudad. Por supuesto, no es casualidad que sea una pieza clave del patrimonio cultural de las Islas Baleares y, por lo tanto, haya sido declarada Monumento Artístico Nacional.
Construida entre los siglos XIII y XVI, se alza como una de las piezas clave de la herencia del gótico mallorquín. En 1580 un rayo destruyó su fachada original, que fue restaurada en estilo barroco a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII por Pere Horrach y Francisco de Herrera. El portal absidal acoge en las jambas las esculturas de Santo Domingo, a la izquierda, y de San Francisco, a la derecha. Asimismo, el tímpano está formado por un conjunto escultórico barroco presidido por una imagen de la Inmaculada Concepción, acompañada por Juan Duns Scoto en la parte derecha y Ramón Llull a la izquierda. El portal está coronado por una imagen de san Jorge del año 1700. La fachada también aparece adornada con un rosetón, y la parte superior, con un frontón triangular y un reloj de sol, introducido en una reforma llevada a cabo por Pere d’Alcàntara Penya en 1861.
La iglesia, de planta basilical, consta de una nave central y ocho capillas laterales. El ábside tiene también capillas adosadas, las últimas añadidas entre 1445 y 1670. En su interior destaca el monumental retablo barroco de Joan d’Aragó (1739) y, detrás del altar mayor y bajo el coro, el sepulcro de Ramón Llull, filósofo y sabio mallorquín que vivió entre los siglos XIII y XIV. También es relevante parte de la sillería gótica del siglo XV, de Macià Bonafè.
El claustro gótico, único en el contexto de la Corona de Aragón, es de forma trapezoidal y está adosado a la iglesia. Construido entre los siglos XIV y XVI, forma un conjunto de gran belleza en el que destacan las finas columnas y arquerías lobuladas, así como el artesonado del techo, en madera policromada. Al norte está la galería más antigua, del siglo XIV, y al sur la más moderna, del siglo XV. Como suele ser habitual, en el recinto se conservan lápidas de familias nobles.
En definitiva, la XII Semana Internacional de Órgano supone una oportunidad imprescindible para dejarse deslumbrar por todo el encanto del excepcional patrimonio histórico de Palma de Mallorca al tiempo que se disfruta de algunas de las mejores creaciones de los grandes maestros de la música clásica, interpretadas por auténticos virtuosos de un instrumento que en sí mismo, con sus característicos tubos, grandes y pequeños, todos milimétricamente ordenados, es todo un espectáculo.
Fuente: Promotourist