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Música en vivo, cultura, tesoros naturales, pueblos con encanto, historia, gastronomía… todo ello y más forma parte del ADN del municipio ibicenco de Sant Josep de sa Talia. Un destino más que atractivo al que, además, se unen dos nombres propios, los de Rafael Alberti y María Teresa León, que protagonizan una de sus nuevas rutas de senderismo.
Con sus 84 km de costa, 400 hectáreas de salinas y el monte más alto de la isla, Sant Josep de sa Talia es el municipio más extenso de Ibiza, y su puerta de entrada a través del aeropuerto internacional. Ahí aguardan al viajero muchos atractivos que invitan a disfrutar de un territorio mágico bañado por el Mediterráneo; un lugar que ha sabido preservar su identidad y su arquitectura tradicional, y que, además, ha decidido hacer una apuesta decisiva por la cultura. En cualquier caso, aquí quedan una serie de atractivos que ponen en evidencia el inagotable encanto de este fantástico destino ibicenco:
1. Sant Josep, en las faldas del monte de sa Talaia
Ubicado en las faldas del monte de sa Talaia, Sant Josep es uno de los pueblos más bonitos de Ibiza; es el de mayor altitud de la isla y un excelente mirador desde donde se puede contemplar una espectacular panorámica que abarca desde la ciudad de Ibiza, a poniente, hasta la costa levantina de la Península. Esta deliciosa localidad de casas blancas y calles estrechas ha sabido conservar su identidad y la típica arquitectura payesa. Merece la pena visitar, entre otros monumentos, su iglesia parroquial, del siglo XVIII, por su impresionante altar barroco realizado en madera.
2. Pueblos con encanto
Además de visitar Sant Josep, tampoco hay que dejar de echar un vistazo al resto de pueblos que integran el municipio, como Sant Agustí des Vedrà, es Cubells, Sant Jordi de ses Salines o Sant Francesc de s’Estany, este último enclavado junto a los irisados estanques salineros. Cada uno de ellos muestra una idílica postal e invita a disfrutar también de sus singulares atractivos.
3. Platja d’en Bossa y su mercadillo hippie
Para los interesados en el universo hippie y la moda adlib, el mercadillo de Platja d’en Bossa es toda una referencia. Además, tiene la ventaja de que no hay que programar su visita, porque se celebra todos los días, desde media tarde hasta las 12 de la noche. Junto con la ropa, el viajero encontrará ahí todo tipo de artesanías y productos gourmet.
4. Las playas y un mar cristalino
Algunas de las playas más espectaculares de Ibiza están en Sant Josep de sa Talaia. El extenso litoral del municipio cuenta con playas familiares, calas recoletas, paisajes abruptos y reservas naturales, con un mar cristalino gracias a su gran tesoro acuático: las praderas de Posidonia oceanica, reconocidas como Patrimonio Mundial por la UNESCO. La playa de Port des Torrent, una de las más amplias y resguardadas; Cala d’Hort, uno de los mejores miradores a los ciclópeos islotes des Vedrà y es Vedranell; sa Caleta, con sus típicas casetas-varadero, y las espectaculares playas del Parque Natural de ses Salines: es Migjorn, es Cavallet, es Codolar i la Xanga, son solo una muestra de ello.
5. Sant Josep es música
Dentro de la apasionante oferta cultural de este municipio ibicenco, la música ocupa un lugar protagónico. Sólo en 2021, y a pesar de la situación sanitaria, hubo más de 750 conciertos; con más de 100 promovidos por el Ayuntamiento en un claro apoyo al talento local. Un panorama súper atractivo que ahora tiene, además, una carta de presentación muy útil en musica.santjosep.org, una web que ofrece toda la programación de música en vivo, así como información sobre los artistas, estudios, comercios especializados… Una herramienta imprescindible al servicio de la música.
6. Artesanías y manjares del Mercat Ecològic
Es el punto de encuentro con la artesanía ibicenca y los productos agrícolas de la isla; hay un poco de todo: productos ecológicos, manufacturas de todo tipo y de elaboración local. El Mercat Ecològic se celebra en verano todos los sábados de 9.30 a 13.30 horas. Periódicamente se organizan talleres que reivindican los viejos oficios y las tradiciones de la isla, como la elaboración de las dulces orelletes o las hierbas ibicencas, el licor por excelencia de las Pitiusas.
7. Los islotes des Vedrà, es Vedranell y Ponent
Las siluetas de los imponentes islotes des Vedrà y es Vedranell son casi un logotipo de Ibiza. Dos espacios altamente protegidos como uno de los principales lugares de reproducción de aves marinas y rapaces. Por ello, no está permitido desembarcar. Sin embargo, sólo por disfrutar de sus contornos merece la pena navegar bajo su imponente silueta, y más espectacular es la experiencia si se hace en kayak.
8. Sa Talaia, la cima de Ibiza
Con 475 metros de altitud, este monte es la mayor elevación de Ibiza y es uno de los grandes atractivos para los viajeros intrépidos y aventureros. Resulta relativamente sencillo llegar a su cima y se puede hacer por diferentes caminos. El más frecuentado parte de Sant Josep y permite grabar en la memoria unas estampas inolvidables, entre bosques de pinos y sabinas, y con el litoral como telón de fondo.
9. La maravilla del esparto
La artesanía del esparto en Ibiza se remonta nada menos que a época romana, y se mantienen hasta hoy en la elaboración de calzado, cestos, cortinas, alfombras… Antiguamente, la mayor producción provenía de la isla s’Espartar, cuyo nombre alude al de esta planta, pero hoy su extracción está prohibida en este paraje que forma parte de la Reserva Natural des Vedrà, es Vedranell y los islotes de Ponent. Hoy en día, la artesanía de esta fibra natural tiene una producción muy limitada y ofrece auténticas maravillas.
10. De torres defensivas a bonitos miradores
Repartidas en sus muchos kilómetros de costa, San Josep cuenta con varias torres defensivas, levantadas entre los siglos XVII y XVIII, que se utilizaron para dar la voz de alarma frente a los ataques piratas. Muchas de ellas siguen en pie, empezando por la más antigua, sa Torre de ses Portes, en distintos puntos estratégicos que ofrecen algunas de las más bellas postales de la isla, y que incluyen también sa Torre des Carregador o sa Torre d’en Rovira.
11. Historia mediterránea
Los amantes de la historia y la arqueología tienen una cita en Sant Josep de sa Talaia, puesto que ahí se encuentra el poblado fenicio de sa Caleta, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Se trata del primer asentamiento de esta civilización en la isla, fundado en el siglo VIII a.C., y un lugar que documenta la colonización fenicia de Ibiza a través de sus construcciones, y estrechas calles y plazas, así como el pequeño puerto aledaño.
12. Rafael Alberti en la memoria
“Azul se estira en Ibiza. Allí fui prisionero en un monte de pinos”, escribió desde su exilio argentino el poeta Rafael Alberti. Y es que el autor de “Marinero en tierra” y su esposa, María Teresa León, disfrutaban de unas vacaciones en la isla cuando les sorprendió el inicio de la Guerra Civil y se vieron obligados a esconderse, durante tres semanas, en una cueva situada cerca de la Torre de Sa sal Rossa. La misma cueva que el ahora el Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia presenta al público dentro de las rutas de senderismo que discurren por su territorio. Un monolito y una placa recuerdan la estancia en la isla de la pareja, a la que se conoce, con cariño, como los primeros ‘hippies’ de España.
En todo caso, San Josep de sa Talaia invita a descubrir y disfrutar, en cualquier época del año, de un conjunto de atractivos, históricos, artísticos, culturales y naturales, que no tiene desperdicio.
Fuente: Ayto. Sant Josep de sa Talaia