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Dólmenes, menhires, cistas, insculturas…, todos los miércoles de julio y agosto, a las 19.00 horas, la localidad de Roses, en la Costa Brava, invita a un divertido retorno al pasado a través de su Ruta Megalítica.
Los alrededores de Roses son un auténtico museo arqueológico al aire libre; un singular viaje que nos transporta a la prehistoria, 3.000 años antes de Cristo, para descubrir las raíces rosenses en el mágico entorno del Parque Natural del Cabo de Creus. Y para explicarlo de forma amena, se han organizado visitas teatralizadas que harán las delicias de las familias con hijos y los entusiastas del pasado remoto, visitando, entre otros vestigios prehistóricos, el dolmen de la Creu d’en Cobertella, el sepulcro megalítico más grande de Catalunya.
Roses da la bienvenida al visitante con su gran joya patrimonial, la Ciutadella, que reúne vestigios de diferentes ocupaciones de los últimos trece siglos, desde la colonia griega de Rhode hasta la ciudadela del siglo XVI; y le despide con otro impresionante monumento, el Castillo de la Trinitat, construcción militar del siglo XVI que corona la punta de la Poncella, por encima del faro. Pero, por supuesto, esta localidad gerundense, referente de la Costa Brava, tiene muchos otros atractivo culturales, como el Castrum Visigótico o como el propio Núcleo Histórico de la ciudad, pero además hay un conjunto de atractivos que tiene la capacidad de devolver al visitante al origen de todo, al momento en que llegaron los primeros habitantes de Roses: la Ruta Megalítica.
Este conjunto arqueológico, protegido como Bien Cultural de Interés Nacional e integrado dentro del Parque Natural del Cabo de Creus, puede admirarse durante todo el año en visitas guiadas. Pero este verano, quien decida acudir a Roses podrá disfrutarlo de una manera muy especial: con visitas teatralizadas todos los miércoles de julio y agosto, a las 19.00 horas, por 5 euros (adultos) y 3 euros (niños de 6 a 17 años). Las reservas deben realizarse en la Oficina de Turismo de Roses, ubicada en la Avenida de Rhode, 77.
El punto de partida de estas visitas es el acceso a la joya de todo el conjunto megalítico: el dolmen de la Creu d’en Cobertella. Ubicado dentro de una masía –a la que debe su nombre–, se trata de uno de los monumentos megalíticos más grandes de Catalunya, construido con siete inmensos bloques de piedra colocados verticalmente y una losa de cubierta con un peso de más de 18 toneladas. Un sepulcro de corredor de cámara, con unas dimensiones de 3,90 metros de largo, 3,20m de ancho y 2,45m de alto.
Además de este dolmen, también forman parte del itinerario, bien señalizado, los menhires de la Casa Cremada, el dolmen del Llit de la Generala, el dolmen del Cap de l’Home, la cueva-dolmen del Rec de la Quarentena II –que data de 2.500 años antes de Cristo– y la cista del Pla de les Gates, sobre la loma de la masía fortificada de Torre del Sastre y de cala Montjoi, donde su ubicaba El Bulli de Ferran Adrià, que fuera años atrás el mejor restaurante del mundo.
En todo caso, la Ruta Megalítica teatralizada hace que en Roses los dólmenes, menhires, cistas e insculturas que pueden verse durante el trayecto salgan de los libros de historia y cobren vida en plena naturaleza, a lo largo de un recorrido de poca dificultad por la montaña; una divertida e interesante experiencia apta para todo tipo de visitantes.
Fuente: RV Edipress