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El Parque Natural de la Serra de Tramuntana, el Monumento Natural del Torrent de Pareis, el Parque Natural de Sa Dragonera o la Reserva Natural de S´Albufereta son solo algunos de los paisajes que hacen de la isla balear de Mallorca un destino alucinante, un paraíso natural a la vanguardia de la sostenibilidad.
Y es que Mallorca pone a disposición de los viajeros más concienciados con el cuidado del entorno una gran variedad de lugares que permiten descubrir las áreas menos transitadas de la isla, logrando empaparse de la cultura del territorio y una plena interacción con la naturaleza. Una alternativa perfecta para cargar las pilas en cualquier momento del año.
En este sentido, hay que tener en cuenta que Mallorca atesora un amplio abanico de parajes naturales de elevada biodiversidad gracias a su condición insular, acogiendo una extensa red de espacios protegidos: un 20% de su territorio forma parte de la Red Natura 2000 de la Unión Europea; un dato que sitúa a la isla como destino puntero en lo que se refiere a sostenibilidad.
Parque Natural de la Serra de Tramuntana
Con sus 62.000 hectáreas terrestres y 1.000 hectáreas marinas, la Serra de Tramuntana es el área protegida de mayor extensión de la isla. Un paraíso natural que fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2011. Pinares, cumbres superiores a los mil metros, acantilados, bancales, hornos de cal y muchos otros elementos etnográficos han constituido un bello ejemplo de integración equilibrada entre la acción del hombre y las maravillas del medio natural.
Monumento Natural del Torrent de Pareis
En la localidad de sa Calobra se encuentra uno de los lugares más impresionantes de Mallorca: un cañón cárstico de más de tres kilómetros de longitud y paredes de hasta 200 metros que desemboca en el mar Mediterráneo, en una espectacular playa de guijarros. Sus singularidades biológicas y geológicas, con una amplia variedad de flora y fauna, incluyendo diversas especies endémicas, hacen de este enclave un Monumento Natural por derecho propio.
Parque Natural de Sa Dragonera
La isla de Sa Dragonera, al suroeste de Mallorca, se convirtió en la década de los años setenta del siglo XX en un símbolo de lucha por la conservación de la naturaleza. Su silueta, similar a la de un dragón dormido, alberga un espectacular paisaje, montañoso y escarpado, con impresionantes acantilados que se precipitan al mar. El Parque Natural de sa Dragonera forma parte de la red Natura 2000 de la Unión Europea y comprende también una amplia reserva marina.
Reserva Natural de S´Albufereta
Situada en la bahía de Pollença, al norte de la isla, S´Albufereta es un humedal litoral de gran interés ornitológico, ya que constituye el área de descanso y alimentación para las aves durante las migraciones de primavera y otoño. La zona protegida, de unas 200 hectáreas, incluye canales, torrentes, dos lagunas, playa y un sistema dunar.
En cualquier caso, explorar la isla de Mallorca supone descubrir y disfrutar de paisajes alucinantes; tesoros naturales invaluables en los que, además, la interacción humana se dado de manera armónica, en equilibrio, generando un rico diálogo entre hombre y entorno del que se desprenden manifestaciones culturales únicas, de la artesanía a la gastronomía. En definitiva, disfrutar de un otoño –o un invierno, o primavera, o verano– sostenible en Mallorca es la manera perfecta de romper con la rutina y cargar las pilas con energía, valga la expresión, 100% renovable.
Fuente: Comunicación Iberoamericana