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Llegó el otoño y los campos salpicados de viñedos de la región francesa de Midi- Pyrénées se tiñen de ocres. Apetece recorrerlos y degustar algunos de su vinos, de los mejores del mundo. La noche cae sobre la fértil campiña francesa y la mesa es un festín plagado de delicias de una gastronomía excepcional.
Desde los cerros de Madiran hasta los antiguos viñedos de Gaillac, desde los perfumes del aguardiente de Armagnac hasta los secretos de la denominación Cahors, los viñedos de Midi- Pyrénées invitan a realizar un viaje para disfrutar de paisajes bellísimos, ciudades monumentales y gente que comparte el amor por la tierra.
La etiqueta nacional ‘Viñedos y Descubrimiento’ es concedida por el Ministerio de Agricultura y Turismo, y según la recomendación del Consejo Superior del Enoturismo, a aquellos destinos que ofrecen una oferta diversa y completa en torno al mundo del vino. En la actualidad, dos territorios de Midi- Pyrénées se benefician de esta etiqueta: el viñedo de Gaillac y el viñedo de Cahors. Un tercero está en curso de aprobación: el viñedo del Gers (entre ellos el de Armagnac); el viñedo de Marcillac acaba de iniciar el mismo trámite.
El viñedo de Gaillac
Situado en el departamento de Tarn y con una superficie de más de 3.000 hectáreas, el viñedo de Gaillac es el más antiguo de Francia y se remonta al siglo I a.C. La variedad de sus uvas da lugar a un abanico de vinos que incluye blancos, rosados o los tintos; el blanco de Gaillac obtuvo la denominación de origen en 1938 y desde el 1970 también cuentan con la misma distinción los tintos. Para descubrir estos vinos hay que acercarse a:
• La Casa de los Vinos de Gaillac: un escaparate elegante de la denominación de origen de Gaillac, situada en los antiguos muros de la Abadía Saint-Michel. Permite degustar más de cien vinos de esta viña con seña de calidad.
• La bodega Labastide: es la bodega más antigua del Tarn, donde la tradición se fusiona con la innovación, gracias a la creación del vino Gaillac Perlé (1957) que ha concedido fama internacional tanto a esta bodega como al viñedo.
• Recorridos guiados en el viñedo de Solex: unos 30km por los paisajes de la región del Tarn con paradas para degustar los vinos de Gaillac en alguna de las numerosas bodegas. La salida de los itinerarios de medio día o un día completo tiene lugar frente a las oficinas de turismo de Gaillac y Saint-Sulpice.
Además, la fiesta del Gaillac Primicia, el primer vino blanco del año, se celebra el tercer jueves de noviembre y es una excusa perfecta para acercarse a descubrir la región. La ciudad episcopal de Albi, la cautivadora ciudad medieval de Cordes-sur-Ciel o los pueblos de Puycelsi y Castelnau de Montmiral, todos ellos encaramados en altas colinas que miran sobre los bucólicos viñedos, son sólo algunas de las joyas de esta hermosa región.
El viñedo de Cahors
Con una superficie de 3.500 hectáreas alrededor del valle del Lot, el viñedo de Cahors fue fundado por los romanos hacia el año 50 a.C. Los vinos de Cahors son de la variedad Malbec, de un color casi negruzco, señal de su fuerte concentración de polifenoles. Son vinos fuertes, de gran complejidad aromática, que ofrecen aromas y sabores de frutas negras, violeta, regaliz, café, cuero… El vino de Cahors posee la denominación de origen desde 1971, y para descubrirlo hay que acercarse a:
• La Villa Cahors Malbec: un espacio de información y degustación. En su espacio reservado para eventos, el Cahors Malbec Lounge, se celebran todos los primeros jueves de mes encuentros que aúnan la gastronomía y la degustación de sus mejores vinos.
• La ciudad de Cahors y los pueblos río abajo: Caillac, Luzech, Castelfranc o Puy—Lévêque son algunos de los pueblos que ofrecen una amplia gama de restauración y su rico legado histórico y cultural.
El viñedo de Armagnac
Situado en el departamento de Gers, el Armagnac, que se produce en la ciudad del mismo nombre, es el aguardiente más antiguo de Francia y su origen remonta a principios del siglo XIV. Se produce a base de vino, que es destilado con un alambique de cobre antes de pasar a las barricas de roble donde envejece hasta convertirse en un licor de color ambar. Los aromas del Armagnac vienen definidos por su edad, desde los más jóvenes que se caracterizan por sus aromas florales y su sabor a fruta, a los más viejos con un perfume que recuerda a la naranja confitada o a la uva pasa. Las direcciones indispensables son:
• El Museo del Armagnac en Condom: situado en las dependencias del antiguo Palacio Episcopal de Condom, describe las diferentes etapas del ciclo de producción del Armagnac y guarda una monumental prensa del siglo XIX. Además, esta colección de referencia municipal, que data de 1848, cuenta con varias pinturas de la escuela francesa del siglo pasado.
• La Maison Ryst Dupeyron: una de las casas más antiguas de Armagnac (s. XVIII) se encuentra en el centro de Condom, en el hotel de Cugnac, y ofrece una excepcional colección de viejas botellas, incluida una de 1850.
• Los castillos de Mons y Cassaigne: situados en altas colinas desde donde se aprecia la inmensidad de los campos que producen este licor.
Además, de noviembre a enero se celebra la Flamme del Armagnac, para celebrar la destilación del licor con numerosos eventos, como el encendido de los alambiques en las numerosas bodegas, animaciones musicales o comidas festivas y excursiones por la región.
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Fuente : Interface Tourism