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La riqueza de la gastronomía ha convertido a México en un referente culinario a escala internacional. La comida mexicana es conocida en todo el mundo por sus sabores, por su amplio recetario tradicional y, desde hace unos años, por su incursión en la vanguardia culinaria. Declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, sus famosos platillos, ricos en carne, verduras, cereales y salsas de mil sabores hacen las delicias de millones de personas a los dos lados del Atlántico.
Por supuesto, viajar a México es descubrir sus múltiples atractivos, desde sus zonas arqueológicas y ciudades coloniales hasta sus playas y su dinámica vida cultural. Pero viajar a México es también descubrir los sabores de sus distintas regiones. Y aquí te proponemos un breve recorrido por distintas regiones del país a través una selección de sus platos más representativos.
Sopa Tarasca de Michoacán
La sopa tarasca es originaria de la meseta purépecha de Michoacán. Tiene un sabor inconfundible, gracias a los frijoles (judías) molidos que son la base de su preparación, y es rica en nutrientes y muy económica. El origen de la sopa tarasca se encuentra en la tradicional sopa purépecha, a la cual se le agregó posteriormente el jitomate y el chile pasilla, entre otros matices.
Tacos al pastor
Los tacos al pastor nacieron en la ciudad de Puebla, como resultado de adaptar el shawarma árabe, introducido en México por los inmigrantes libaneses durante la década de 1960. Esta variante mexicana cambió la carne de cordero por carne de cerdo, el pan de pita por las tortillas y las especias con las que se marina la carne en Medio Oriente por los elementos más familiares para el paladar local.
Enchiladas de pollo con mole
El origen de las enchiladas se encuentra a las civilizaciones precolombinas de Mesoamérica. Para algunos historiadores, las enchiladas fueron conocidas en el México Independiente cuando Miguel Hidalgo, Vicente Guerrero y José María Morelos, próceres de la patria, viajaban por el territorio mexicano. Entre los lugares que visitaban, comieron tostadas, gordas, sopes y enchiladas; también probaron atoles, chocolates y pulque. En todo caso, el paso del tiempo fue desvelando los elementos de la cocina tradicional y adaptándolos a las nuevas condiciones del país.
Cochinita Pibil
La cochinita pibil es el más famoso platillo originario de Yucatán. La Península era una tierra de difícil acceso, pero sus puertos y tratos comerciales la mantuvieron en constante intercambio con Europa y Cuba. De este extraordinario mestizaje resultó una deliciosa combinación del cerdo originario de España con los condimentos y técnicas de cocción prehispánicas.
Plátanos fritos
El plátano tiene su origen en Asia meridional, desde donde viajo a las islas Canarias en el siglo XV y, desde allí, a las Américas en el año 1516. Aunque freír es un método universal de cocer alimentos, en México comenzaron a freír los plátanos para que no se estropearan por el calor, y así, fritos, acompañan platos dulces, espolvoreados con canela y acompañados de helado, o salados, como un buen arroz.
Muéganos caseros
Los muéganos, dulce típico del estado Puebla, ha logrado traspasar las barreras espaciales para posicionarse como uno de los más populares en México. Este dulce se originó en Texmelucan en 1905, cuando Doña Flora Álvarez, en su afán de crear un nuevo tipo de pan para poder venderlo, se le ocurrió realizar lo que hoy conocemos como muégano, unas finas láminas de harina de trigo, fritas y bañadas en caramelo.
Vinos, tequila, mezcal, carne, pescado, marisco, café, dulces, chocolate… Sin lugar a dudas, viajar por México es viajar por sus sabores, descubrir la profunda relación que existe entre la mesa y la cultura, entre la gastronomía y la sociedad, las costumbres, el folclore… México rico y querido.
Fuente: Marco de Comunicación