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Situada en la región central de Nagano, la ciudad de Matsumoto es la puerta de entrada a los Alpes Japoneses. De naturaleza desbordante, cuna de la artista y escritora contemporánea Yayoi Kusama, lugar que atesora uno de los castillos más antiguos del país y sede de numerosos festivales de verano que unen música y arte, este destino es un lugar de visita obligada para todos aquellos que busquen disfrutar del Japón más auténtico.
Todos los veranos desde el siglo XVII se celebra, los días 24 y 25 de julio, el Festival Tenjin, una fiesta en honor de la deidad del mismo nombre que tiene lugar en los santuarios sintoístas de Japón dedicados a su figura. En Matsumoto , el Santuario de Fukashi es el punto final donde se reúnen 18 grandes dashi o butai (un santuario tradicional portátil) provenientes de los diferentes distritos del centro de la ciudad. Alguna de estas construcciones, que son transportadas a hombros, tiene más de 100 años de antigüedad.
Pocos días más tarde, el 28 y 29 de julio, se celebra el Festival Taiko, un gran evento que tiene lugar a las puertas del c y al que acuden artistas de todo el país especializados en los tambores taiko. Estos excepcionales percusionistas muestran su habilidad tanto en la interpretación de canciones tradicionales de taiko como de representaciones artísticas más contemporáneas.
Del mismo modo, el primer sábado de agosto se celebra, desde 1975, el Matsumoto Bon Bon, una singular velada, mitad desfile carnavalesco, mitad baile festivo, que transcurre por las calles del centro de la ciudad, y que puede llegar a contar con la participación de más de 20.000 personas. También en agosto, entre el 14 y el 16, se celebra frente al Castillo el Oshiro Bon Odori. La música de un tambor taiko al ritmo de las antiguas canciones de la región y el baile de los artistas y habitantes con sus trajes tradicionales, permite disfrutar de momentos únicos. Las representaciones de teatro Noh son también habituales durante la temporada de verano.
Además de los festivales de verano, Matsumoto cuenta también con numerosos atractivos culturales e históricos que permiten disfrutar de la ciudad todo el año. Uno de sus principales monumentos es el Castillo, uno de los cinco catalogados como Tesoro Nacional en todo el país, construido a finales del siglo XVI y uno de los más antiguos que se conservan en Japón.
De fachada oscura, es conocido también como el “Castillo del Cuervo” y en él destaca su torre principal, de cinco pisos, construida a finales del siglo XVI –es la torre del castillo más antigua que se conserva en el país. En el foso se pueden encontrar cisnes y carpas, y en las inmediaciones de sus jardines, niños y adultos disfrutan de hacerse fotos con los ninjas y samuráis.
En el interior del Castillo de Matsumoto se encuentran muestras de armas y armaduras medievales, así como información sobre la historia de la fortaleza. Además, se puede subir hasta el último piso para disfrutar de espléndidas vistas. La iluminación nocturna del castillo y sus alrededores, así como los festivales de verano, otoño e invierno, o durante la floración del cerezo, son momentos destacados para observar la belleza de la fortaleza y su entorno en diferentes momentos del año.
Arte, naturaleza y relax
Matsumoto es un destino cultural de primera línea y cuenta, por supuesto, con diferentes museos, como el Ukiyo-e, donde se muestran más de 100.000 piezas de grabados clásicos japoneses; o como el Museo de Arte de la Ciudad, donde se pueden encontrar obras de arte contemporáneo de artistas como la propia Yayoi Kusama, entre otros.
Uno de los lugares más destacados para disfrutar de la naturaleza de la zona es Kamikochi, situado en los Alpes del Norte de Japón, y conocido por ofrecer algunos de los paisajes montañosos más espléndidos del país. De fácil acceso desde Matsumoto, es un punto de partida ideal para realizar caminatas por las montañas y admirar los bellos paisajes al paso del cristalino río Azusa y el puente Kappabashi.
Y tras un día de turismo, nada mejor que terminar con un baño en las aguas termales de Asama Onsen, donde se pueden encontrar desde termales de acceso público a alojamientos que incluyen los tradicionales baños onsen. Como detalle curioso, los baños en Asama Onsen estuvieron restringidos a la clase noble; en concreto, Biwa-no-Yu ostenta el título de “el baño Favorito de los Gobernantes del Castillo de Matsumoto”.
Para llegar a este singular destino nipón, se puede viajar en tren desde la estación Shinjuku de Tokio (2 horas 40 minutos), la estación de Nagoya (2 horas) o la cercana estación de Nagano (50 minutos). Además, la zona está conectada con la ciudad de Takayama, en la vecina Prefectura de Gifu (2 horas y 30 minutos).
En cualquier caso, este encantador destino japonés ofrece un conjunto de experiencias que lo convierten en una de las opciones más atractivas a la hora de visitar el apasionante país del sol naciente.
Fuente: The Blueroom Project