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¿Imaginas vivir los días más especiales del año en el mismo corazón del Sahara? Marruecos brinda un sinfín de posibilidades que lo convierten en un lugar ideal para disfrutar estas Navidades con los más pequeños.
Adentrarse en grandes valles y gargantas, dormir en una kasbah entre los ecos de antiguas historias, visitar pueblos legendarios de la mano de gente local… Lugares inhóspitos, como el desierto, otros llenos de color, como los zocos; Marruecos es un país capaz de dejar sin aliento a toda la familia. Descubrir su naturaleza, su cultura, su música, su gastronomía y sus tradiciones a través de todo tipo de actividades, excursiones y rutas supone vivir un viaje realmente inolvidable. Y, por si lo anterior fuera poco, los pequeños aventureros de la casa podrán encontrarse con los Reyes Magos entre espectaculares dunas en la última etapa del viaje de sus Majestades antes de ese esperado 6 de enero.
Este auténtico viaje de aventura en familia se sumerge entre paisajes cambiantes bajo un mantón de estrellas y recorre el país norteafricano descubriendo los ecos de cuentos como Alí Babá y los cuarenta ladrones, frotando la lámpara de Aladino o recordando aquella historia de Simbad el Marino. Marruecos ofrece estas Navidades una manera mágica de asombrarse, de disfrutar con lo más sencillo y verdadero, con conectar con esos hilos que nos unen con lo auténtico, con la tierra, con las leyendas… un viaje sin artificios.
Por la ruta de los oasis
Ya sea saliendo de Marrakech o de Ouarzazate, los circuitos en 4X4 recorren los lugares más mágicos del Gran Sur. Rincones sorprendentes como los Valles del Draa, antesala del desierto del Sáhara y famoso por su palmeral datilero donde también se pueden apreciar fortificaciones de adobe; la Ruta de las 1.000 Kasbahs, un recorrido entre castillos de adobe y palmerales entre los que destacan el Valle de las Rosas –formado por hectáreas de rosales– y del Dades, que debe su nombre al río que serpentea entre las montañas a lo largo del recorrido, respaldado por acantilados de color ocre, terracota y rojo.
Lo que no te puedes perder…
Merzouga es un pueblo perdido en mitad de la arena bañada por el sol y el silencio, una de las puertas del Sahara; es el territorio del erg Chebbi, un mundo de dunas, palmerales, pistas y rutas de senderismo. En sus alrededores se alzan las dunas más altas de Marruecos y puede contemplarse el amanecer más hermoso del mundo. Un lugar mágico donde se extiende un palmeral y fluyen aguas agitadas por el vuelo de los pájaros. Se trata del lago Dayet Srij y su población de aves migratorias.
En todo caso, disfrutar del parón navideño en Marruecos supone dejarse asombrar por paisajes únicos y noches estrelladas que invitan a descansar en un campamento de haimas después de recorrer el enigmático desierto, tal y como lo hacen los nómadas de la región. Travesías en 4×4 por las antiguas pistas del Rally Dakar, paseos en dromedarios, caminatas por palmerales o visitas a alguno de los ksar o “ciudad fortificada” más importantes del país, como Ait Ben Haddou, donde se han rodado infinidad de películas, son solo algunas de las actividades que aseguran la diversión y disfrute de todo tipo de viajeros.
Un encuentro mágico con los Reyes Magos
Además, después de conocer espectaculares valles y gargantas, como Dades o Todra, o rutas inolvidables, como la de las 1.000 Kasbahs o la conocida como la ‘Ruta de las Fortalezas’, los más pequeños de la casa podrán adentrarse entre espectaculares dunas en busca de los Reyes Magos de Oriente para hacer de un sueño, una realidad. Sus Majestades pasan los últimos días del año, incluso los primeros del nuevo, por esta zona en su viaje a Occidente. Un momento único y especial para los niños, que tendrán la oportunidad de entregar sus cartas y, quién sabe, quizás también puedan recibir un pequeño regalo… o carbón.
Entre mar, montaña y desierto, Marruecos es, en definitiva, un destino que ofrece todo tipo de experiencias inolvidables, en cualquier momento del año. Pero en estas Navidades, de manera muy especial, el país norteafricano se convierte en un destino particularmente atractivo.
Fuente: RV Edipress