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Pocos son los libros que cuentan los muchos siglos de historia común entre España y Malta. La corona de Aragón y la Orden de San Juan junto con caballeros y grandes maestres de la península ibérica pasaron, vivieron y dejaron su herencia en las islas maltesas.
La Corona Aragonesa estuvo presente en las islas, ni más ni menos que 248 años. La primera vez que se habla de españoles en tierras maltesas es en 1283, tras una batalla naval entre aragoneses y franceses en las aguas de la bahía de Malta. La victoria española permitió a cerca de 400 catalanes quedarse en el archipiélago. Un claro ejemplo de las huellas dejadas durante aquellos años es el barrio de Balzunetta, isla en la localidad de Floriana, uno de los más populares de la y donde se puede encontrar una iglesia dedicada a Nuestra Señora de Sarriá, se dice que el origen del nombre del barrio es “La Barceloneta”.
El 8 de septiembre es el gran día de Malta, no solo por la celebración de su independencia, sino que también se conmemora la fecha de “la victoria de la espada y la daga de valor” en la que se consiguió detener el ataque de los otomanos en 1565. En agradecimiento a este éxito Felipe II regaló una espada de acero toledano engarzado en oro y pedrería con un grabado que decía “más que el mismo valor vale Valletta”.
Otra famosa tradición que vincula a ambos países es la del “Halcón Maltés”. Los caballeros de la Orden de Malta decidieron regalar cada año al emperador Carlos V un halcón adiestrado para cetrería como reconocimiento por la cesión de la isla a la orden.
Ahora, ha llegado el momento de echar la vista atrás y adentrarnos en el legado español en Malta, visitando algunos de sus monumentos más emblemáticos:
Albergue de Castilla. Es el emblema de Valletta y sede del actual Primer Ministro de Malta. Es un edificio de mediados del siglo XVIII de estilo barroco y con un impresionante patio interior.
Albergue de Aragón. Se trata del más pequeño de los albergues con un gran pórtico frontal del siglo XIX en la entrada a la actual sede del Ministerio del Interior maltés.
Cotonera Lines. Nicolau Cotoner, maestre mallorquín llegó a Malta con la idea de ampliar la zona de las murallas de la bahía para una mayor protección de las ciudades de Birgu, Bormla y Senglea (las actuales Vittoriosa, Cospicua y Senglea, conocidas también como las Tres Ciudades). Este complejo defensivo se conoce como “Cotonera Lines”.
Casa de Cataluña. Es uno de los edificios más fácilmente identificables del skyline de la capital, justo al lado de la iglesia anglicana de San Pablo. Es un bello palacete digno de visitar.
Iglesias de la Virgen del Pilar y Santiago. La ciudad de Valletta tiene un gran número de iglesias y capillas ya que cada nacionalidad de los caballeros de San Juan construyó la suyas propias junto a los albergues. La de Aragón, como no podía ser de otra manera, está dedicada a la Virgen del Pilar, mientras que la de Santiago está justo al lado del Albergue de Castilla.
Las capillas de Aragón y Castilla en la Co-Catedral de San Juan en Valletta y la tumba del Gran Maestre Perellós. Dos de las maravillas del templo son estas capillas dedicadas a España con una intensa decoración barroca. San Jorge de Mattia Preti y Santiago presiden sendas capillas. Uno de los mejores sepulcros de los caballeros de Malta es el del Gran Maestre Perellós, que también se encuentra en la Co-Catedral de San Juan. Su tamaño y diseño hacen que sea una de las joyas del templo.
En definitiva, la relación histórica entre Malta y España ha dejado huellas indelebles en las islas, ha dado lugar a un conjunto monumental que, por supuesto, merece una visita, y que se suma al sinnúmero de atractivos que ofrece el archipiélago.
Fuente: Globally Turismo