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A partir de hoy, 25 de noviembre, el corazón de Europa vuelve a llenarse con la magia de los espectáculos de luz y sonido, conciertos y uno de los mejores mercados de Navidad del continente, así como con la gastronomía belga que sale a las calles: arranca la vigésimo segunda edición del festival Plaisirs d’hiver en Bruselas.
Las de 2022 prometen ser unas de las Navidades más especiales en Bruselas, porque tras las restricciones de años anteriores vuelven a las calles de la capital belga las tradicionales atracciones y distintas novedades concebidas para disfrutar a lo grande de esta temporada festiva. Así, desde hoy y hasta el 1 de enero, la capital belga vive uno de sus momentos más atractivos.
La Navidad de la luz
Quien visite Bruselas durante estos días no podrá dejar de mirar hacia arriba para dejarse atrapar por la decoración de las 160 calles bruselenses que se visten de gala para celebrar la Navidad. Y si a la luz se le suma la música en un espectáculo y un escenario tan monumental como la Grand Place, el resultado es simplemente mágico. Además, la plaza más emblemática de Bruselas –reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad– está presidida, como no podía ser de otra forma, por un gigantesco árbol de Navidad. De las 5 de la tarde a las 10 de la noche, se puede disfrutar en este emblemático espacio de un show multicolor que hace un recorrido musical alrededor del mundo.
Mercado de Navidad
Bruselas presume de tener uno de los mercados de Navidad más bonitos de Europa, con cerca de 250 casetas, en un recorrido de casi 3 kilómetros en pleno corazón de la ciudad, en torno a la plaza de Sainte Caterine. Ahí se pueden encontrar todo tipo de adornos navideños, ideas para la carta de los Reyes Magos y recuerdos para llevar a casa. Entre compra y compra, y para tener una de las mejores panorámicas de Bruselas, lo mejor es subir a la noria gigante de Vismet. Otro clásico imprescindible en esta zona son Los paseos de Andrea, una atracción con personajes fantásticos de Julio Verne.
Gastronomía en la calle
En los puestos del Mercado de Navidad también se puede disfrutar de todo tipo de dulces navideños, así como de los típicos gofres de Bruselas. Y quienes quieran probar algunas las mejores cervezas belgas, pueden hacerlo en el Pabellón Stella de Vismet.
Por supuesto, la gastronomía está muy presente en muchas calles de Bruselas en época navideña. Por ejemplo, en la plaza de Brouckère, donde se ubica la pista de hielo y números puestos y terrazas cubiertas, creando así un minipueblo cálido y acogedor. Además, los comerciantes sirven por primera vez en vajillas reutilizables, participando así en una primera experiencia de este tipo que se suma a las numerosas medidas de sostenibilidad puestas en marcha en la ciudad.
Qué hay de nuevo
Este año Bruselas cuenta con un Jardín Secreto en el Gran Hospicio. De martes a sábado, este histórico lugar, verde y sorprendente, ofrece una atmósfera única y prolonga el ambiente del mercado navideño, con conciertos acústicos y sesiones de DJ para amenizar el afterwork.
Aquellos que quieran disfrutar del espíritu de los deportes de invierno en pleno centro de Bruselas tienen la oportunidad de hacerlo en la plaza de la Monnaie, en un auténtico pueblo après-ski que tiene tres nuevas pistas de curling sintéticas, rodeadas de casetas que ofrecen comida y bebida típicas de la montaña, junto con una amplia gama de dulces y otras delicias típicas de la temporada.
Por otro lado, las actividades tradicionales de fin de año y las experiencias más vanguardistas, incluyendo una exposición inmersiva, componen el programa de la Galería Horta. Antes de entrar en el museo, el público puede probar gratuitamente las atracciones de la plaza de España, iluminada para celebrar la temporada navideña.
Además, para inaugurar el año del 125º aniversario de René Magritte, la ciudad ha decidido honrar al célebre pintor belga con una sorprendente instalación en el patio del Ayuntamiento.
En definitiva, esta temporada navideña ofrece una oportunidad perfecta para disfrutar de la capital belga, de su enorme patrimonio cultural, su excepcional gastronomía y, por supuesto, su inagotable encanto.
Fuente: Interface Tourism Spain