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Al borde del desierto del Sahara, un tren rojo intenso, negro y dorado serpentea entre las montañas al norte de Tozeur. Se trata del célebre Lagarto Rojo, que comenzó su andadura en la época de la ocupación francesa en Túnez y que se ha consolidado como todo un clásico de los trayectos ferroviarios a nivel mundial.
Este trazado explora de manera única uno de los paisajes más increíbles de Túnez y es uno de los pocos medios de transporte que se adentran en los abruptos cañones de la zona. De fondo se pueden observar infinitos arenales y la silueta de las palmeras de los oasis más cercanos.
Con salida desde Metlaoui, una pequeña localidad entre Gafsa y Tozeur, su recorrido se completa en algo menos de dos horas y consiste en el descenso de las gargantas del río Seldja y la introducción a los áridos macizos rocosos a través de sus túneles.
El Lagarto Rojo fue construido a finales del siglo XIX como regalo de Francia al bey (gobernador) de Túnez, pero fue abandonado al comenzar la República. Una vez reconstruido, se procuró conservar toda la majestuosidad y el glamour oriental que lo caracterizaban. Actualmente, el tren cuenta con un exquisito interior de madera, cómodos asientos y servicios a bordo para los viajeros.
Durante el periplo se puede disfrutar del exterior a través de las ventanas de sus 6 vagones, incluyendo uno con techo de cristal. Para completar la experiencia, no hay nada mejor que degustar un té a la menta con gotas de azahar en su ambientado vagón-restaurante. No puede faltar la captura de todos los detalles del imponente paraje en el que se sumerge, con paradas programadas en los mejores miradores de los cañones para sacar fotografías.
Para todos aquellos que quieran maravillarse con el Lagarto Rojo, la compañía que opera este singular ferrocarril recomienda siempre reservar con antelación. El coste del ticket es de 25 dinares tunecinos (en torno a unos 10 euros). Además, existen tarifas especiales para grupos y niños, y también es posible reservar el tren completo para viajes privados, eventos de empresa, etc. En todo caso, el tren realiza tres excursiones semanales –martes, viernes y domingos–, partiendo siempre por la mañana. Ahora, para la temporada navideña, el Lagarto Rojo saldrá todos los días del 21 de diciembre al 4 de enero.
Sin duda, el Lagarto Rojo ofrece una manera singular para descubrir los encantos de Túnez, un país que gracias su magnífico emplazamiento, en pleno corazón de la costa mediterránea, se ha consolidado como un destino turístico realmente mágico. Lugares emblemáticos, vestigios históricos, magníficas playas, un increíble desierto, maravillosos parajes para practicar deportes… y todo unido al carácter amable y acogedor de su gente; en definitiva, Túnez es un país que hay que vistar.
Fuente: Idealmedia