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Disfrutar del arte, de la cultura, del patrimonio, de la religiosidad… en una muestra de arte en la calle única en el mundo; eso es, precisamente, lo que supone vivir la Semana Santa en Castilla y León, una Comunidad que, además, cuenta en su Semana Santa con 8 declaraciones de Interés Turístico Internacional, de las 24 existentes en España.
La Semana Santa es una de las manifestaciones culturales y populares de mayor atractivo en Castilla y León, y en este 2019, entre el 12 y el 21 de abril, la región se transformará una a vez más en un lugar apacible y de recogimiento sólo interrumpido por el profundo sonido de los tambores y las trompetas. Tan variada como la propia diversidad cultural de la Comunidad, esta fiesta es una muestra de auténtica devoción que en cada lugar se vive de manera distinta, aunque siempre bajo el mismo denominador común: la pasión. Tal es el arraigo y el sentir, que junto con las 8 declaraciones de Interés Turístico Internacional la Semana Santa en Castilla y León también cuentan con 5 declaraciones de Interés Turístico Nacional y 9 de Interés Turístico Regional.
Ávila, ciudad Patrimonio Mundial, mantiene las tradiciones de su Semana Santa –una de las 8 declaradas como de Interés Turístico Internacional– y, además, ha incorporado en los últimos años nuevos actos. Junto con el tradicional Vía Crucis en torno a la muralla en las primeras horas del Viernes Santo, en fechas más recientes han visto la luz procesiones como la de la Estrella, que se suman a tallas de veterana devoción, como el Cristo de Medinaceli o el de las Batallas, que procesiona el Miércoles Santo, sin olvidar el Miserere del Martes Santo.
La Semana Santa de León, declarada de Interés Turístico Internacional en 2002, cobra especial relevancia por la participación masiva de los habitantes de la ciudad y por contar con un término propio, papón, para nombrar a sus cofrades. Estas celebraciones, que se remontan al s.XVI, incluyen la procesión de Los Pasos, que se prolonga durante horas a lo largo del Viernes Santo y es una de las estampas más características de la Semana Santa de Castilla y León; sin olvidar otros momentos, como la Ronda del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, la noche anterior, entre muchos otros.
Presidida por el Castillo de la Mota, que vio morir a Isabel la Católica, la villa comercial, conocida por su tradición ferial y mercantil, tiene en la Plaza Mayor de la Hispanidad el epicentro de sus celebraciones. En un entorno plagado de historia, las cofradías celebran la Semana Santa con tallas destacadas, como la de Nuestra Señora de las Angustias o el Nazareno de la Cruz. Además, Medina del Campo cuenta con las procesiones de disciplina más antiguas de España, con seis siglos a sus espaldas; un acervo único recogido en el Centro San Vicente Ferrer–Centro de Interpretación de la Semana Santa de España.
Medina de Rioseco fue la primera localidad no capital de provincia que obtuvo la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional (2009), que reconoce el mantenimiento de una tradición durante siglos gracias al esfuerzo de una sociedad que, cada año, se moviliza al toque del pardal, el sonido característico de la Semana Santa riosecana. Las calles soportaladas, el canto de la Salve en el Corro de Santiago o la salida de los Pasos Grandes el Viernes Santo, portados a hombros por los hermanos entre las angostas y medievales calles de la localidad, son algunos de los atractivos de la conocida como Ciudad de las Cuatro Catedrales o de los Almirantes de Castilla.
La Vestición, el Prendimiento, los tres toques de Gallardete o el Tararú son algunas expresiones que describen la Semana Santa de Palencia, declarada de Interés Turístico Internacional en 2012. Destaca también la triple reverencia de Jesús ante su Madre el Viernes Santo o la procesión de la Soledad de la Virgen, el Sábado de Gloria, en la que desfilan todas las tallas de María en sus distintas advocaciones, y el Descendimiento en la Plaza de la Catedral. Además, el Sábado Santo es tradición los actos penitenciales y el Via Crucis protagonizados por una cofradía para personas mayores de la ciudad.
Declarada de Interés Turístico Internacional en 2003, la Semana Santa de Salamanca discurre por las calles de una ciudad que, a su vez, es Patrimonio Mundial. Las tallas y las cofradías se funden con monumentos cargados de historia: edificios universitarios, la Casa de las Conchas, las dos Catedrales, la Clerecía y el omnipresente ambiente estudiantil que, durante diez días, se suma a unas celebraciones que cada año viven profundamente cientos de cofrades.
Un museo al aire libre. De este modo tan plástico puede definirse la Semana Santa de Valladolid, declarada de Interés Turístico Internacional desde 1980, y que ve desfilar cada año las mejores tallas de la imaginería castellana de los siglos XVI y XVII, esculpidas por Juan de Juni, Francisco de Rincón o Andrés Solanes, entre otros maestros. La procesión del Viernes Santo, el Pregón y el Sermón de las Siete Palabras; imágenes como la de Las Angustias, La Vera-Cruz o el Atado a la Columna, son solo algunos de los atractivos que se viven con especial emoción en las principales calles y plazas de la ciudad.
Zamora es una de las poblaciones de la Comunidad donde se vive con mayor intensidad la Pasión, declarada de Interés Turístico Internacional en los años ochenta. La capital del románico ha cultivado durante siglos unas tradiciones que estos días copen buena parte de la actividad ciudadana. Son muchos los momentos grandes de la Semana Santa, entre ellos, la salida del paso conocido popularmente como “Cinco de Copas”, en la madrugada del Viernes, a los sones de la Marcha de Thalberg. Todo ello, sin olvidar actos tan emotivos como el Juramento del Silencio o la procesión de las Capas Pardas.
Astorga, Burgos, la “Bajada del Ángel” de Peñafiel, Ponferrada y Segovia son las 5 localidades castellanoleonesas cuya Semana Santa está considerada como fiesta de Interés Turístico Nacional. En todas ellas, un patrimonio histórico y cultural excepcional se convierte, año tras año, en el escenario perfecto en torno al cual se desarrollan las distintas celebraciones santas, procesiones, Via Crucis, rosarios y escenificaciones. Catedrales, monasterios y conventos, ermitas, plazas y jardines, castillos, el Camino de Santiago, cascos históricos… teselas de un gran mosaico de singular belleza y especial sentimiento.
En cuanto a las fiestas de Interés Turístico Regional, la singularidad de cada una de estas manifestaciones supone también un valor indiscutible. Ágreda, Aranda de Duero, Bercianos de Aliste, El Burgo de Osma, Navaluenga, Sahagún, Soria, Tordesillas y Toro muestran tanto la riqueza de su acervo artístico y cultural –tallas, pasos, grupos escultóricos…– como sus más arraigadas costumbres y una ferviente devoción, invitando a sentir estos días y visitar cada localidad de un modo diferente, disfrutando también de la gastronomía y del patrimonio arquitectónico.
Y para acompañar…
Además, para ampliar la oferta turística asociada a la Semana Santa, la Consejería de Cultura y Turismo de Castilla y León pondrá en marcha un programa de apertura de monumentos, organizado en torno a propuestas temáticas y rutas turísticas, que contará con más de 370 lugares emblemáticos abiertos al público. La Semana Santa también se complementa con propuestas gastronómicas e iniciativas singulares de turismo activo y de ocio, entre otras opciones.
Arte, cultural y pasión
Si bien es cierto que la Semana Santa es una conmemoración eminentemente religiosa, también es posible afirmar que se trata de una manifestación cultural que rebasa dicha religiosidad. Fruto de arraigadas tradiciones, esta singular fiesta recoge la dilatada sedimentación de matices culturales ricos y profundos, dando lugar a un amplísimo conjunto de experiencias que abarca todos los aspectos de la cotidianidad. La Semana Santa es pasión y fervor, pero también es arte, gastronomía, música… un poderoso resumen de la ingente riqueza cultural de Castilla y León.
Fuente: Consejería de Cultura y Turismo. Junta de Castilla y León