Con el año 2023 recién estrenado, la isla de Malta continúa siendo uno de esos fantásticos lugares para pasar unos días de descanso, incluso fuera de temporada. Y es que una de las principales razones por las que se ha convertido en un destino inigualable durante el invierno es que está más calmado que durante la época estival. Además, la temporada baja incide positivamente en que una escapada invernal al archipiélago maltés sea un plan accesible para cualquier bolsillo.
De esta manera, todo aquel que tenga organizada una visita a Malta en los próximos meses podrá recorrer cada rincón de su patrimonio arquitectónico y de sus paisajes naturales de una forma tranquila. Así como realizar diferentes actividades en las que tanto el ocio como la cultura son el plato principal.
Un recorrido por La Valletta, la gran capital
Para empezar por todo lo alto, la primera parada será La Valletta. Esta ciudad amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es la capital más pequeña de Europa. Sin embargo, y a pesar de su tamaño, sus estrechas calles están repletas de encanto y en ellas se esconden los edificios y lugares más emblemáticos del país.

Un ejemplo de ello es la Puerta de Valleta, considerada como la entrada principal a la ciudad y la quinta puerta construida sobre los cimientos de la Porta San Giorgio original, erigida durante la época romana. Frente a ella se encuentra la Fuente del Tritón, uno de los principales símbolos modernistas de Malta que recibe a los visitantes tras su llegada.
Aquí también se encuentra la famosa Catedral de San Juan, una joya barroca que refleja el legado de los Caballeros de San Juan y que cuenta con un interior que deja impresionado a todo el que se adentra en ella. Y, por supuesto, el Fuerte de San Telmo, uno de los monumentos clave en la historia de Malta, ya que fue construido en 1533 para defender la ciudad.
En cuanto a las zonas verdes de La Valleta, los Jardines Barrakka son una parada prácticamente obligatoria, ya que se trata de uno de los pocos espacios naturales de la ciudad y son el lugar idóneo para desconectar y conocer más sobre la cultura de la isla. Están divididos por la parte Superior y la Inferior, siendo ambas destacadas por sus increíbles vistas al Gran Puerto de la Bahía y las Tres Ciudades: Vittoriosa, Senglea y Cospicua, a las que se puede acceder en barco.
Visita a la época medieval en Mdina y Rabat
Situada en la cima de una colina y rodeada de murallas se encuentra Mdina, antigua capital de Malta y conocida como la ciudad silenciosa. Sus calles, protegidas por altos muros de piedra caliza crean una encantadora atmósfera digna de la época medieval que hace que cada recorrido por la ciudad sea especial. Además, es el destino perfecto para los fanáticos de Juego de Tronos, ya que ha sido uno de los principales escenarios de la serie.
Mdina alberga grandes joyas arquitectónicas como la Catedral de San Pablo, ubicada en la plaza principal y cuyo interior está ornamentado con diversas esculturas y pinturas que datan del siglo XII y están dedicadas al apóstol Pablo.

Otros lugares de interés incluyen el Palazzo Falcon de Mdina, construido en la época medieval; Palazzo Vilhena, ahora Museo de Historia Natural de Malta; y los Jardines Howard, una frontera natural con la ciudad de Rabat.
Muy próxima a Mdina se encuentra Rabat, una ciudad costera conocida por sus famosas catacumbas, como las de San Pablo. Estas imponentes galerías subterráneas, de más de cuatro kilómetros de largo, datan del siglo III y son algunas de las características más destacadas de la arqueología del cristianismo primitivo de Malta. Sin duda, una visita más que merecida durante cualquier escapada a la isla.
Gozo y Comino, la auténtica esencia mediterránea
Para aquellos que precisan del mar y su brisa en cualquier época del año, no hay un enclave mejor que la isla de Gozo. Se trata de un destino en el que reina la paz y la tranquilidad; y que destaca por ofrecer un entorno más verde y rural que Malta, ya que cuenta con cantidad de playas secretas, cuevas y rincones históricos.
Visitar la Ciudadela de Victoria, su capital, o los templos de Ggantija son algunas de las atracciones imperdibles de la isla, aunque, sin duda, lo mejor es contemplar la impresionante puesta de sol en sus paradisíacas playas, como Wied il-Ghasri, Dwejra Bay, Ramla Bay o Il-Mixta Cave. Y es que, a pesar de visitarlas durante el invierno, el clima mediterráneo permite disfrutar de ellas sin problema, ya que la temperatura ronda entre los 10 y 12 grados.

Por otro lado, se encuentra Comino, un pequeño islote situado entre Malta y Gozo perfecto para explorar a pie. En este peculiar lugar, los más valientes y aventureros podrán acceder a la popular Laguna Azul y sumergirse en sus aguas turquesas haciendo snorkel, ya que es la ubicación ideal para practicar este deporte.
Todo esto permite que Malta abra sus puertas a los visitantes durante todo el año con el objetivo de que todo el mundo pueda conocer las maravillas que esconde el archipiélago y disfrutar de este paraíso mediterráneo incluso en invierno.
Fuente: Newlink Spain