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Kenia es bien conocida por ser el lugar de referencia de los safaris y de la vida salvaje, pero dentro de este singular país africano también se puede disfrutar de antiguas culturas que han sobrevivido al mundo moderno, hítos históricos al pie playas de aguas cristalinas y arrecifes de coral, sin olvidar la selva y las montañas cubiertas de nieve; múltiples matices que acompañan a una exhuberante naturaleza.
Pero si todavía te faltan motivos para conocer de cerca toda la magia de África, aquí tienes 10 curiosidades que seguramente desconocías y que son otras de las muchas razones por las que deberías elegir Kenia como tu próximo destino de viaje.
1. Jambo Na Karibu! Estas son las primeras palabras que el visitante escucha a su llegada a Kenia… ¿Qué significan? “Hola”, “bienvenido”… Representan la esencia de un país acogedor que encierra una riqueza multicultural incomparable. Con más de 42 tribus diferentes, cada una con su propio patrimonio cultural, su música, su danza, su arte y su particular indumentaria, que contribuyen a construir la esencia misma del país.
2. Kenia tiene 582.000km2, aproximadamente la misma extensión que el territorio de Francia. El centro del país está atravesado por la línea del ecuador, quedando el Norte de Kenia en el hemisferio norte y el Sur de Kenia en el hemisferio Sur. Dentro de su vasto territorio, el país cuenta con una gran diversidad ecológica, que no sólo ha dado lugar a una riqueza natural excepcional sino a muy distintas formas culturales. Se puede viajar al norte, a las orillas del lago Turkana, y visitar el pueblo de El Molo, una de las tribus más pequeñas de Kenia; o a la zona occidental del país, al pueblo Alego Nyangoma Kogelo, hogar ancestral del presidente de los EE.UU., Barack Obama; mejor aún, a las ruinas históricas de pueblos Swahili, en Gede, al Sur.
3. Todos los grandes nombres de la exploración, como Livingstone, Stanley, Burton o Speke, ansiaron en su día alcanzar las orillas del Lago Victoria y comprobar que de él emanaban las fuentes del mítico río Nilo. Aún hoy muchos turistas siguen llegando a Kenia en busca de las huellas de estos exploradores y sintiendo el deseo de vivir experiencias para rememorar a los primeros aventureros en África.
4. Cuna de la Humanidad, Jardín del Edén, lugar donde hace seis millones de años el primer “hombre milenario” caminó por las colinas de Tugen y emprendió su largo viaje de vuelta a las estrellas. La mayoría de los investigadores coincide en que África Oriental es el lugar en el que aparecieron nuestros primeros antepasados. En 1984, una expedición sacó a la luz un esqueleto casi completo de un Homo erectus fallecido a la edad de 12 años y que contaba con más de un millón de años de antigüedad. Conocido como “el joven de Turkana” hoy se puede contemplar en el Museo Nacional de Nairobi.
5. Kenia es un museo viviente. Los dhows son las embarcaciones más antiguas que aún surcan los mares; con las velas desplegadas representan un claro ejemplo del antiguo arte de la construcción de barcos. Los dhows han trasladado a monos y pavos reales tan preciados por el Rey Salomón. Se dice que también transportaron el incienso y la mirra ofrecidos por los Reyes Magos o los leopardos y leones tan ansiados por los romanos.
6. En Kenia se encuentra el Fort Jesus, un fuerte portugués construido entre 1593 y 1596, y una de las construcciones europeas más antiguas de África. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se trata de uno de los ejemplos de fortificación del siglo XVI mejor conservados y supone un hito en el diseño y la edificación de la arquitectura militar, ya que refleja a la perfección el ideal del Renacimiento en la armonía de las proporciones y su geometría basada en el cuerpo humano. Durante el protectorado británico, este recinto fue utilizado como prisión.
7. El rico patrimonio cultural y natural de Kenia no sólo es apreciado por los miles de turistas que llegan cada año. Desde 1997, el Lago Turkana es reconocido como uno de los lugares más bellos del mundo en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. A dicha lista se han sumado posteriormente el Parque Nacional del Monte Kenia (1997), cuyas nieves perpetuas puedes verse a kilómetros de distancia, así como la ciudad vieja de Lamu (2001) y los bosques sagrados de los Mijikenda (2008).
8. “Memorias de África”. Hace 31 años se estrenó la mítica película de Sydney Pollack que revolucionó a toda una generación. Basada en la novela autobiográfica de la autora danesa Karen Blixen, permitió a los espectadores de todo el mundo descubrir los encantos y las maravillas naturales de África oriental. Imposible olvidar la secuencia de la avioneta en la que Redford y Streep sobrevuelan el Parque Nacional del lago Nakuru, y en la lejana reserva animal de Shaba, las cámaras panean sobre el hábitat de cebras, leones, jirafas y elefantes. Las vistas de la cima del Monte Kenia cierran la romántica escena que ha perdurado durante años en el imaginario colectivo.
9. Restos volcánicos en Chyulu Hills. Las colinas de Chyulu son una cadena montañosa situada en el este de Kenia. Están formadas a lo largo de 100 kilómetros de campo volcánico. El vulcanismo en la zona se inició hace alrededor de 1,4 millones años en el norte de las colinas y con el tiempo se propagó hacia el sureste. Dentro de las colinas se encuentra la cueva Leviathan, uno de los tubos de lava más largo del mundo. El Parque Nacional de los Montes Chyulu fue creado en el año 1983 y es uno de los secretos mejor guardados del país.
10. “Let’s dance!”. La música es un potente hilo conductor de la cultura en Kenia. Basada en el sonido de los tambores, incorpora habitualmente ritmos tribales, cánticos e instrumentos tradicionales entre los que se incluyen flautas, liras y guitarras. En la costa, la música tradicional taarab, interpretada por las orquestas árabes, es una de las más llamativas. Junto con la música, la danza forma los cimientos de la cultura de Kenia. Cada región tiene su propia danza y cada ceremonia su baile específico; entre los bailarines más conocidos están los Masai y los Samburu, famosos por sus brincos llenos de vitalidad.
Sin duda, Kenia es mucho más de lo que uno puede imaginar. Sólo hace falta viajar hasta ahí y dejarse sorprender por una experiencia diferente cada día.
Fuente: Interface Tourism