Tras los rigores del verano, lo que toca es disfrutar de la naturaleza, bajo temperaturas agradables y en destinos que ofrezcan una gran variedad de posibilidades, para todos los gustos y bolsillos. Entre Octubre y Mayo es el mejor momento para descubrir la maltesa isla de Gozo.

 

La Luz y el Paisaje
Lo primero que llama la atención en Gozo es la calidad de su luz, incluso en invierno. Una luz que se refleja en los acantilados y que perfila el contorno sinuoso de la isla, resaltando el contraste entre los tonos ocre de la roca y el verdor de su vegetación; matices que le han dado fama entre artistas de distintas disciplinas y de todo el mundo.

 

El paisaje de Gozo es idílico y rural, con campos de variados colores que se extienden por el entorno ondulante, formado por colinas, y que en invierno se visten de verde. La costa se caracteriza por los acantilados, especialmente en el sur y el oeste de la isla, mientras la costa norte está salpicada de playas de arena.

 

De excursión por la isla
Las posibilidades para realizar excursiones por la isla de Gozo son enormes, especialmente si se piensa en la costa o en los valles y colinas del interior. Recorrer a pie el magnífico paisaje de la isla puede ser realmente excitante: encontrarse con la gran riqueza arqueológica, con templos espectaculares, como el complejo de Ggantija; contemplar las impresionantes maravillas naturales, como la Ventana Azul, la cueva de Calipso o el Mar Interior… Descubrir estos lugares, caminando, en bici, a caballo… al tiempo que se disfruta del bello entorno, bien merece una buena escapada a la isla.

 

Aunque existen numerosos senderos que atraviesan la isla mostrando bellos paisajes, las zonas más populares para la realizar una buena de caminata en Gozo son cuatro: la caminata del Faro Ta Gurdan, que comienza en la plaza de Gharb, y llega hasta el santuario de Ta’ Pinu, para volver de nuevo a Gharb; la caminata de Dahlet Qorrot, que parte de Nadur y pasa por Qala, donde un molino de viento del siglo XVIII recibe al caminante; la caminata de las Salinas, un paseo circular que comienza y finaliza en el mercado al aire libre de Victoria y que tiene entre sus principales atractivos a las salinas tradicionales de Reqqa y a la diversidad de fauna y flora que puede divisarse en la ruta; y la caminata Ramla, que comienza y finaliza en Nadur, y lleva desde Triq Duru hasta Wied Bingemma, un típico valle gozitano donde pueden observarse los métodos agrícolas tradicionales, y desde ahí hasta la bahía de Ramla, uno de los sitios más bellos de Gozo, de gran riqueza natural y ecológica.

 

Tradición en Gozo
En la isla de Gozo son muchos los que siguen cultivando sus propias verduras, y algunos incluso producen con orgullo su propio aceite de oliva y su vino. El agroturismo permite disfrutar de esta experiencia, que supone un acercamiento a las costumbres y a la tradición agrícola de Gozo.

 

Otra buena opción es pasar el día en una granja de ovejas, o salir a pescar con un pescador local y luego cocinar las propias capturas.

 

Buena mesa y alojamiento
En Gozo, algunas casas viejas han sido convertidas en restaurantes de renombre que ofrecen la gastronomía tradicional de la isla con un punto creativo, así como en impresionantes bodegas. Muchos de estos restaurantes utilizan productos locales: verduras, pollos de campo, aceite de oliva… y han recuperado las recetas tradicionales.

 

Para el alojamiento, la mejor opción son las casas de campo o casas de labranza. En la mayoría de los casos, las típicas casas de labranza maltesas tienen más de 150 años, llegando algunas a alcanzar los 300 años de antigüedad. En todo caso, una auténtica experiencia de contacto con el entorno y su cultura.

 

Estas viejas casas de labranza, originalmente utilizadas por los malteses para el cultivo de la tierra y el alojamiento del ganado, se han puesto de moda. Restaurarlas y habilitarlas con todas las comodidades, pero conservando sus características iniciales, ha dado lugar a proyectos realmente singulares. Las casas suelen ser de piedra caliza y los suelos, a menudo, están cubiertos de viejos azulejos hechos a mano, que también se utilizan para dar color a las paredes. Hay casas para todos los gustos: con jardín y piscina, con espectaculares vistas al mar, con vistas al valle…

 

Todos estos detalles, entre muchos otros, son lo que hacen de la isla de Gozo un lugar excepcional, donde pueden vivirse todo tipo de experiencias verdaderamente inolvidables.