Con más de 800 actores y unas 200 actividades protocolares, la ciudad peruana de Cusco se prepara para celebrar, el próximo 24 de junio, la fiesta del Inti Raymi, la ceremonia religiosa andina más importante de época incaica, en honor al dios Sol.

 

Este día, en el que se celebra el Día del Cusco, se espera la asistencia de unas 120 mil personas, entre turistas nacionales, extranjeros y público local. Y para ello, el programa que los herederos del imperio incaico han preparado para la ocasión es más que completo, ideal para disfrutar de las celebraciones desde los días previos. En cualquier caso, hoy, viernes 15 de junio, a las 10 de la mañana (hora local), está prevista una degustación de platos típicos de Cusco, en la calle San Andrés 414, donde se tendrá la oportunidad de saborear potajes exquisitos, como el Chiri Uchu, el chicharrón, o el cuy al horno, entre otros.  Para cerrar la tarde, este mismo lugar será el escenario del desfile de trajes típicos “Así viste mi pueblo”.

 

El sábado, 16 de junio, se iniciará con un espectacular desfile de alegorías a cargo de la Escuela de Bellas Artes. La Plazoleta del Barrio de San Blas  (desde las tres de la tarde hasta la madrugada) será el espacio de la Fiesta de la Música. Al inicio del domingo 17 se realizará una caminata ecoturística por las punas de Huaccoto, incluyendo una visita a la comunidad saludable (nombre de la comunidad que se ubica en Huaccoto). La noche del 20 de junio los jóvenes, y no tan jóvenes, podrán disfrutar con el espectáculo de sonidos, luces y colores del festival de fuegos artificiales.

 

En la víspera del 24 se disfrutará con la Hora del Huayno Cusqueño y la Fiesta del Sol en la Plaza Mayor del Cusco. Y es que la Fiesta del Sol o Inti Raymi (en quechua “inti” significa sol y “raym”, fiesta) es un acto de gratitud por los beneficios de la Madre Naturaleza.

 

Llega el 24 de junio y los pututos anuncian la fiesta del Sol, que se realizará en tres escenarios distintos de Cusco. Una parte se lleva a cabo en el Qorikancha (Templo del Sol), otra en la Plaza de Armas del Cusco (el antiguo Auqaypata o Plaza del Guerrero) y, finalmente, en la explanada de la fortaleza de Saqsaywaman (voz quechua “saqsay” y “waman” que significa “sáciate halcón”), a 2 km de la ciudad. La población sigue el ritual con coloridos disfraces, bailan danzas costumbristas y se emocionan con los 840 actores que teatralizan la solemnidad del antiguo imperio.

 

El antiguo mundo andino cobra vida
La escenificación del Inti Raymi en el Qorikancha inicia cuando el coro de aqllas –o escogidas del Inca– recrean con cantos y danzas un homenaje que solía ofrecerse al dios Sol. La música viene de cientos de pututos, quenas y tinyas (tamborcillos). El Inca y su esposa, la Qoya, son los últimos en aparecer después del séquito real y la nobleza. La multitud aguarda expectante cada movimiento del Inca, que acompañado por el sumo sacerdote, conocido como Willaq Umu, ofrece al Sol su bebida tradicional, la chicha de jora.

 

Inmediatamente, el cortejo religioso se dirige a la Plaza Huaccaypata (actual Plaza Mayor del Cusco) –aproximadamente al mediodía–;  desde la parte alta de la huaca, el Inca se dirige al dios Sol e inicia el rito de la coca: tira las hojas y pide al sumo sacerdote que adivine la voluntad del Sol. Éste, con ayuda de otro sacerdote, el Kuraq Akul, hace la lectura e informa al Inca que el Sol será generoso si se sacrifica una llama.

 

Luego, los súbditos trasladan al Inca hasta Saqsaywaman, la fortaleza del Tahuantinsuyo. Es el inicio de una gran fiesta. Al culminar la tarde, el Inca se retira a su palacio. Como cada año, Saqsaywaman fue mudo testigo de este importante y sagrado ritual.

 

Concluido el Inti Raymi, el “Ombligo del Mundo” sigue celebrando. Entre el 1 y el 8 de julio, el público disfrutará de festivales de música y de gastronomía en la ciudad imperial, uno de los más importantes destinos del Perú y de América, considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. 

 

Fuente: Turismo Perú – Globally Turismo