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Perú, un país en el que la naturaleza y la cultura destacan por su fuerza y singularidad, cuenta con un conjunto de espacios en los que se reúnen en un mismo tiempo y lugar, esos componentes fundamentales. Hablamos de sus mercados. Lugares pintorescos, bulliciosos… en los que se desborda la vida cotidiana. Además, visitarlos es una experiencia gratuita, perfecta para vivir y conocer la cultura peruana de una forma única.
Mercado Inca de Lima. Ubicado en el distrito de Miraflores, en la caótica, histórica, cosmopolita y sofisticada ciudad de Lima, este mercado es de lo más encantador. Una sobria entrada nos da la bienvenida a una placita dominada por un pequeño jardín. Desde allí se abre todo un mundo de galerías artesanales donde encontrar todo tipo de trabajos en cerámica, joyería, textiles, esculturas, platería, prendas de alpaca y otros muchos productos procedentes de todas las regiones del país. Los amantes de las antiguas culturas quedarán maravillados con las réplicas de cerámica de las culturas Moche, Inca y Chavín.
Mercado Herbolario en Chiclayo. Dentro del Mercado Modelo de Chiclayo hay un rincón, en la esquina suroeste, dedicado a los curanderos. Estos personajes tienen un conocimiento ancestral de las propiedades curativas de las plantas que les ha permitido desarrollar una verdadera farmacopea; expresión inconfundible de la integración del hombre con la naturaleza. Por ello, quizás este sea el mejor lugar en todo Perú para adentrarse en su singular misticismo y descubrir remedios naturales que todo lo curan. En el mercado puedes encontrar tónicos, hierbas aromáticas… y puedes descubrir cómo tratar el asma con té; o cómo la uña de gato (Uncaria tormentosa) y el matico (Piper adumcum) actúan como excelentes antiinflamatorios.
Mercado de San Pedro en Cusco. En Cusco, donde los templos incas y las catedrales se alzan imponiendo su figura en el paisaje urbano, encontramos, en la plazoleta de San Pedro, este divertido y peculiar mercado donde es posible sumergirse en las costumbres, los productos y los aromas de la ciudad. Cabezas de cerdo para hacer deliciosos caldos, ranas que mejoran el rendimiento sexual, hierbas que curan el alma y el cuerpo (incluso las hay para curar el mal de amores), montones de queso, mostradores con infinitas variedades de papa, puestos en los que los aromas de las especias como el romero, la páprika, el orégano, y otros muchos lo llenan todo; deliciosos y refrescantes zumos naturales y otros elementos gastronómicos se enfrentan a rollos de tela, hermosas artesanías, ropa y calzado tradicionales que recorren los coloridos pasillos del mercado y que se muestran como una bandera de la cultura cusqueña.
Mercado de Artesanía de Pisac. A 30 kilómetros de Cusco, en plena naturaleza y bajo una impresionante fortaleza inca encontramos la atrayente aldea colonial de Pisac, un pueblo mestizo construido sobre vestigios indígenas por el virrey Francisco de Toledo. Allí se encuentra el mercado más grande y turístico de esta zona dek Perú. Una feria artesanal que reúne, durante todo el año, a todos los artesanos del pueblo en torno a la plaza de Armas, un lugar lleno de color, vida, cultura y tradición en donde se pueden encontrar tejidos, cerámica, joyería y otros objetos de la tradición del país. Además, muy cerca de Pisac, a solo 9 kilómetros, es posible ver en lo alto de las montañas el complejo de terrazas de cultivo (andenerías) y construcciones incaicas que conforman un bello paisaje.
Mercado Belén en Iquitos. Conectada con el mundo exterior por aire y por río, Iquitos constituye la mayor ciudad del planeta sin acceso por carretera. Es una próspera y animada metrópoli en plena selva de Perú. Un lugar donde la naturaleza virgen prevalece irrefrenablemente. Y el Mercado Belén es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, y también es fácilmente reconocible por la señal indicadora ubicada en un gran edificio azul. A partir de ahí, el mercado se expande por varias calles, donde puede encontrarse la comida tradicional de Iquitos, verduras, frutas y, especialmente, otros productos del mercado que son los favoritos de la población local, como la carne del monte, el pescado y las plantas medicinales. Destaca el Pasaje Paquito, un famoso callejón ubicado dentro del Mercado que alberga puestos de venta de plantas medicinales, tónicos herbales y brebajes afrodisiacos. Los más populares son la uña de gato, el chuchuhuasi (corteza), la sangre de grado, el ayahuma, el ajosacha y la huacapuruna. Las inmediaciones del Mercado son famosas por las casas flotantes que se encuentran sobre el río Itaya y las casas sobre horcones (plataformas sobre las que se construyen casas, de dos a cinco metros de altura)
En todo caso, recorrer los mercados peruanos es una muy buena manera de redimensionar la complejidad y los innumerables matices que ofrece este excepcional país. Desde la árida costa hasta la exuberante selva pasando por las impresionantes cumbres andina, Perú es un destino realmente fuera de serie.
Fuente: Globally Turismo