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Veinte años después de la celebración del Año Gaudí, el Museu Nacional d’Art de Catalunya presenta Gaudí, una exposición de gran formato que supone la revisión crítica de la vida y obra del genial arquitecto y que reúne, desde hoy, 19 de noviembre, y hasta el 6 de marzo de 2022, más de 650 objetos arquitectónicos, de diseño y mobiliario, obras de arte, documentos, planos y fotografías. Una muestra que se aleja de los tópicos y realiza una revisión completa de la trayectoria de Gaudí, desde los años de formación hasta su muerte.
Antoni Gaudí (Reus, 1852 – Barcelona, 1926) tiene una presencia muy especial en la colección del Museu Nacional, que cuenta con un buen número de sus obras y las expone junto a las de otros artistas y arquitectos del periodo, entre los que cabe destacar a Josep Maria Jujol. El museo, que es un centro de referencia para las artes del modernismo, reformulará la presentación de sus obras en las salas de la colección permanente para incorporar esta nueva visión.
La exposición, que en la próxima primavera viajará a Paris, al Musée d’Orsay, y que ha supuesto una intensa labor de investigación y de restauración por parte del comisario Juan José Lahuerta y de los equipos del museo, propone una nueva narración que libera al arquitecto de los tópicos y de las visiones reduccionistas con las que se le ha ido cargando a lo largo del tiempo. Este proyecto muestra a un Gaudí que no era un genio aislado, fuera de su tiempo e incomprendido, y lo sitúa en el contexto internacional, presentando un conjunto muy importante de obras de artistas como Auguste Rodin, Geoffroy-Dechaume, Violet-le-Duc, Thomas Jeckyll o William Morris.

Además, se exponen por primera vez importantes novedades y piezas durante años olvidadas, como el espectacular mueble recibidor del piso principal de la Casa Milà, que fue desmontado en los años 1960 y cuyas piezas se dispersaron; el busto de la Fuente de Hércules de los jardines del Palacio de Pedralbes; los yesos que sirvieron para modelar las esculturas de la Sagrada Família; las fotografías del park Güell que formaron parte de la exposición de Paris en 1910 y que no se han vuelto a exponer, o uno de los tapices realizados por Jujol por encargo de Gaudí para los Juegos Florales de 1907, entre muchas otras.
Obras de muy distinta naturaleza que se distribuyen en los 9 ámbitos que estructuran la exposición. Títulos como Las dos caras de Barcelona, Primeros Proyectos o Casa Calvet, Casa Batlló y Casa Milà: viviendas en el Ensanche, entre otros, ofrecen un largo recorrido por la vida y obra de este creador excepcional, desde sus años formativos hasta su relación con la burguesía de la época, la Iglesia y la propia ciudad de Barcelona, tan íntimamente ligada al trabajo de Gaudí.
En todo caso, la exposición descubre a un Gaudí de una enorme complejidad –alejado del tantas veces grotesco “icono” turístico en que se está convirtiendo cada vez más, sin remedio–, que capta como ningún otro artista las necesidades de la sociedad en la que vive, un tiempo de cambios radicales, y produce las imágenes más potentes, que perduran hasta nuestros días.

En total, 74 instituciones y colecciones, nacionales e internacionales, han colaborado para que esta gran exposición, que cuenta además con las obras de la propia colección del MNAC, sea una visión ya no de un místico ausente, de un genio aislado o incomprendido, sino de un personaje político, de una arquitectura absolutamente comprometida con una Barcelona desgarrada por la lucha de clases, de un artista presente, como pocos, en la escena de esa lucha. O, dicho literalmente, de un Gaudí que es el constructor de los escenarios simbólicos más importantes de esa lucha de clases, de su arquitectura, en el marco de unas estrategias políticas, ideológicas y estéticas específicas.
En definitiva, cualquiera que esté por Barcelona durante esta temporada tiene casi la obligación de acercarse al MNAC -uno de los auténticos protagonistas de la agenda cultural de la Ciudad Condal- para redescubrir a un personaje único en un museo igualmente excepcional.
Fuente: Prensa MNAC