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Estamos disfrutando de unos días en que el espíritu navideño lo inunda todo y nos invita a compartir, con familia y amigos, momentos inolvidables… y algún regalillo, desde luego. Y si Gran Canaria es un destino mágico para disfrutar las Navidades, también es el lugar ideal para buscar ese regalo especial, auténtico, bañado de la esencia de esta maravillosa isla.
Recorrer Gran Canaria supone descubrir paisajes apasionantes, pueblos mágicos y, por supuesto, incontables muestras de la más auténtica creatividad popular. En cada destino, todo tipo de artesanas y artesanos dialogan con sus territorios, con las materias primas que ahí se encuentran, con las tradiciones de sus ancestros… para dar lugar a sus particulares formas de expresión, desde lo clásico hasta lo más vanguardista.
Alfarería, ebanistería, bordados y calados, cestería de mimbre y caña, instrumentos musicales, objetos de palma y junco, cuchillería… desde Gáldar, Arucas o Santa María de Guía, al norte, hasta Mogán, Agüimes o Santa Lucía, al sur, pasando por localidades del centro de la isla, como Tejeda, Santa Brígida o Valleseco, entre tantas otras, la artesanía de Gran Canaria es una muestra de la identidad local y del invaluable patrimonio cultural acumulado durante siglos.
En definitiva, hablamos de piezas únicas y de una calidad superior surgidas entre las manos de personas que siguen las pautas de antiguos oficios que han logrado perdurar hasta nuestros días. Recorrer los mercadillos, los talleres artesanos, los centros etnográficos, las tiendas especializadas y elegir estas piezas como elemento decorativo para el hogar, como suvenir o regalo para amistades y familiares equivale a llevarse en la maleta una parte del paisaje, la Historia, la tradición y la forma de vivir que caracteriza a Gran Canaria.
Ferias de artesanía de verano y primavera en Maspalomas
Más allá de las posibilidades que la artesanía de Gran Canaria ofrece a lo largo de todo el año, hay dos momentos puntuales en los que toda esta explosión de creatividad se reúne. Se trata de la Feria de Artesanía de Verano y la Feria de Artesanía Primavera-Sur, dos encuentros que tienen lugar junto a uno de los iconos de la isla: el Faro de Maspalomas.
En estas ferias, la artesanía tiene nombre propio. Y precisamente por eso cada pieza que se exhibe es como un pedacito de vida y pasión; mucho más que simples objetos. Rafael López, por ejemplo, ha imaginado y creado espirales de peces que parecen haber saltado literalmente del océano a sus obras. Loreto Herrera aspira a resumir los aromas y texturas del mundo en sus jabones. Los recuerdos infantiles de Gerardo Maya se han transformado en cochecitos, juguetes y móviles de madera. Y el brillo de plata de los cuchillos canarios de Jesús García Medina parecen diseñados para cortar la distancia que supuestamente separa al hoy del ayer.
Nombres y apellidos diferentes, pero todos los participantes en estas citas, y también en la Feria de Artesanía Parque de San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria, tienen en común el hecho de que pueden presumir de contar con el carné de artesano que concede la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC), organismo autónomo dependiente del Cabildo de Gran Canaria que se encarga además de organizar las dos ferias de artesanía que cobija el Faro de Maspalomas.
En todo caso, tanto en estas Navidades, buscando el regalo de Reyes perfecto, como en cualquier otro momento del año, navegar por ese océano de artesanías que ofrece Gran Canaria supone descubrir y disfrutar de una parte fundamental del inagotable encanto de la isla y de toda la pasión y la creatividad de su gente.