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Situado a unos 15 kilómetros al noreste de Şanlıurfa, en la Anatolia suroriental, el yacimiento arqueológico de Göbeklitepe es, sin ninguna duda, uno de los tesoros históricos más interesantes de Turquía. Un hecho que se confirma con las más de 500.000 personas que visitaron este excepcional asentamiento neolítico durante el año 2021, el número más alto de visitantes de su historia moderna –a pesar de la pandemia.
Con unos 12.000 años de antigüedad, el sitio de Göbeklitepe atrae tanto a turistas nacionales como internacionales desde que fue descubierto en la década de 1990 y, posteriormente, distinguido como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO en 2018. Visitantes que se acercan tanto al propio yacimiento, situado en lo alto de una zona de colinas, como al cercano Museo Arqueológico de Şanlıurfa para descubrir los monumentos religiosos más antiguos del mundo, así como nuevos y sorprendentes detalles sobre las sociedades humanas del Neolítico.
Una nueva mirada al Neolítico: Göbeklitepe
Construido decenas de siglos antes de la invención de la escritura y de la rueda, unos 7.o00 años antes de las pirámides egipcias y 6.000 años antes de Stonehenge, Göbeklitepe cuenta una historia que se remonta, cuando menos, al año 9.600 a.C. Este yacimiento cambió la narrativa sobre las comunidades de cazadores-recolectores del Neolítico, ya que aportó grandes pruebas que indican que estas sociedades estaban más avanzadas de lo que se pensaba hasta entonces.
Los grande monolitos en forma de T que forman el Göbeklitepe (que alcanzan los 6 metros de altura y las 40 toneladas de peso) son los primeros ejemplos de arquitectura monumental hecha por el hombre. Tallados en sílex –en una época en la que todavía no se utilizaban herramientas metálicas– con formas geométricas, motivos animales y representaciones humanas, estos obeliscos recuerdan a una narración mitológica, lo que deja patente que el lugar era un centro de culto.
Además, los obeliscos de Göbeklitepe destacan por ser las esculturas más antiguas del mundo y las obras artísticas más antiguas de la historia de la humanidad. Hasta la fecha, no se ha encontrado nada similar, en ningún lugar del mundo, que corresponda a este período histórico.
A pesar de no haber signos de asentamiento permanente (cerámica, etc.), en el yacimiento turco sí que se encuentran algunos de los primeros ejemplos de la transición a la vida sedentaria, demostrando que las comunidades neolíticas ya poseían una organización social más o menos compleja y que se reunían con propósitos religiosos.
En definitiva, se entiende que Göbeklitepe era una especie de santuario, que constaba de salas redondas, cada una de las cuales contenía estas colosales estatuas, entre otros elementos decorativos, y, según los estudiosos, en el lugar se realizaban rituales vinculados a la muerte y al inframundo.
Sorprendentemente, los santuarios de Göbeklitepe no fueron enterrados por causas naturales, sino que fueron cubiertos a propósito por sus antiguos habitantes; los motivos que los llevaron a ello siguen siendo un misterio. En cualquier caso, el turismo cultural no deja de crecer en el país y se espera que en este 2022 el número de visitantes que se acerquen hasta este rincón de Turquía volverá a romper todos los récords.
El yacimiento turco de Göbeklitepe es una auténtica maravilla y una pieza clave del apasionante acervo histórico y cultural de Turquía, un país privilegiado que cuenta con casi una veintena de sitios declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO, entre tantos otros tesoros invaluables, desde el Mar Negro hasta el Mediterráneo y desde el Egeo hasta el extremo oriental de Anatolia.
Fuente: Comunicación Iberoamericana