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Desde hoy, 21 de septiembre, y hasta el próximo 5 de enero de 2019, la Fundación MAPFRE presenta en su madrileña Sala Bárbara de Braganza la más completa revisión hecha hasta el momento de la obra del gran fotógrafo Humberto Rivas (Buenos Aires, 1937 – Barcelona, 2009).
Esta excepcional exposición retrospectiva pretende reivindicar la figura de un artista fundamental de la fotografía española y poner de manifiesto la importante renovación del lenguaje fotográfico que su obra ha supuesto. Comisariada por Pep Benlloch, la selección, con más de 180 obras y material de archivo, aborda el trabajo de este fotógrafo a lo largo de toda su trayectoria, que comprende desde los años sesenta del siglo XX hasta el año 2005.
La muestra presenta su producción de manera cronológica, contando con préstamos de copias de época en su mayoría procedentes del Archivo Humberto Rivas (Barcelona), así como de las principales colecciones y museos que albergan obra suya: Museu Nacional d’Art de Catalunya, Instituto Valenciano de Arte Moderno, Fundació Per Amora l ́Art, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Fundación Foto Colectania y Fundación MAPFRE.
Su obra fotográfica abarca tanto paisajes como retratos, clasificación con la que, sin embargo, nunca se sintió cómodo, y a la que nunca quiso someterse. Creador de una nueva forma de documentar, sus imágenes buscan plasmar la huella del tiempo y de la memoria con un estilo sobrio y sencillo que invita al diálogo y la reflexión con el espectador.
Argentina / Norte
La exposición que presenta Fundación MAPFRE recorre diversas etapas en la vida del artista, así como los puntos clave de su proceso creativo. En este sentido, a mediados de la década de 1950 Humberto Rivas comenzó a explorar la creación artística a través del dibujo, la pintura e incluso el cine –en 1973 filmó su único cortometraje. Fue entonces cuando también se acercó a la fotografía; entre 1956 y 1960 formó parte del Grupo Forum desde donde, partiendo de la aplicación de las ideas del fotógrafo alemán Otto Steinert y sus ideas sobre la fotografía subjetiva, se insistió en la importancia de la fotografía como medio de expresión, más allá de lo documental. Los miembros del grupo reivindicaron la condición de arte para la fotografía y la de artista para los fotógrafos.
En 1972 realizó con María, su mujer, y la escritora Nelly Schnaith un viaje al norte de Argentina, a las localidades de Tucumán, Salta y Jujuy. Allí realizó una serie de fotografías que posteriormente tituló Norte. Fotografió de manera espontánea aquello que llamaba su atención, registrando sin saberlo los distintos temas sobre los que volvería posteriormente: el travesti disfrazado, los muros resquebrajados, retratos de los habitantes del pueblo y paisajes entre la bruma del amanecer o al atardecer.
Barcelona
En 1976 Humberto Rivas llegaba a Barcelona procedente de Buenos Aires. En la ciudad condal funcionaba desde 1973 la galería Spectrum, único espacio en España en el que se mostraba fotografía. Entre el joven grupo de fotógrafos catalanes que exponían allí su obra estaban Toni Catany, Pere Formiguera, Manel Esclusa, Josep Rigol y Joan Fontcuberta, quienes buscaban una alternativa distinta al documentalismo que predominaba en el contexto fotográfico de los años cincuenta y sesenta en la península.
El ímpetu de los jóvenes fotógrafos reunidos en torno a la galería Spectrum, a los que se unió Humberto Rivas, buscaba llevar la fotografía al estatus de obra de arte, y en consecuencia, alcanzar para el fotógrafo la consideración de creador de imágenes desde una visión subjetiva y personal, en un momento en el que, pese a la existencia de importantes revistas centradas en esta visión de la fotografía, como AFAL y Nueva Lente, no podía hablarse de fotografía creativa española (como tampoco existía un mercado de la fotografía), lo que obligaba a la referencia constante a fotógrafos norteamericanos y europeos. Rivas seguiría participando en diversas exposiciones, talleres, seminarios…
Inicio del color
Tras la aparición del revelado en color Cibachrome en España, a principios de los ochenta, Humberto Rivas realizó una serie de paisajes urbanos centrados preferentemente en esquinas y tiendas cerradas, en su mayoría tomados en 1986 con cámara de medio formato. En estas imágenes se pueden ver las características habituales de sus paisajes urbanos: señales de tráfico, paredes desconchadas, fachadas pintadas. Elementos todos ellos que remiten a la huella del pasado y la memoria.
Un proyecto de vida
Humberto Rivas fue un artista de un solo proyecto: sus fotografías, ya fuesen retratos, paisajes o bodegones, fueron el resultado del trabajo compacto y coherente, con apenas cambios en el planteamiento conceptual y solo algunas variaciones técnicas en lo formal, que desarrolló a lo largo de su trayectoria. Un recorrido creativo que le valió el reconocimiento, en 1996, del Premio Ciudad de Barcelona y al año siguiente el Premio Nacional de Fotografía.
En todo caso, a través de esta singular exposición la Fundación MAPFRE vuelve a ofrecer una interesante mirada al arte contemporáneo, subrayando aún más, si cabe, su papel fundamental dentro del circuito del arte en España.
Fuente: Fundación MAPFRE