Más allá del territorio peninsular, existen todo tipo de islas que se han convertido en un auténtico refugio para los viajeros que buscan tranquilidad, contacto con la naturaleza y vivir nuevas experiencias. Desde las aguas del Mediterráneo hasta las del Atlántico, Rumbo.es revela las islas más fascinantes de España, lugares en los que se puede descubrir y disfrutar de un patrimonio natural excepcional y de la rica cultura del país.
Isla de Tabarca y su historia de piratas
Esta isla de pequeñas calas y aguas transparentes, antiguo refugio de piratas berberiscos, está situada en pleno Mar Mediterráneo. Es la única isla habitada de la Comunitat Valenciana y su Conjunto Histórico está rodeado de murallas declaradas Bien de Interés Cultural. Se encuentra a tan solo 40 minutos en barco desde Alicante, que también es una parada obligatoria, especialmente el Castillo de Santa Bárbara, pues ofrece la mejor panorámica de la ciudad. El trayecto también se puede realizar desde otras ciudades de la Costa Blanca, como Santa Pola o Benidorm. Todas ellas hacen una cadena de paraísos que no te cansarás de visitar. De hecho, este año la Costa Blanca vuelve a estar de moda, con un incremento en las reservas del 14%.
Para los amantes de lo único: Islas Columbretes
Este archipiélago de origen volcánico situado también en el Mediterráneo valenciano, a unas 30 millas de la costa de Castelló, está compuesto por 4 islas: La Grossa, la Ferrera, la Foradada y el Carallot. El viaje comienza desde la propia capital de La Plana y dura aproximadamente 2,5 horas. Su mayor atractivo es que permite a los amantes del buceo y de la naturaleza conocer un ecosistema único, en el que abundan nuevas especies, debido principalmente al aislamiento al que está sometida y a su condición volcánica. Además, puedes aprovechar el viaje para darte un paseo por Valencia, un destino que combina lo mejor de las urbes con la naturaleza, que ha visto crecer sus reservas este año un 38%.
Islas Cíes, el “Caribe Gallego” al lado de casa
En el corazón de las Rías Baixas gallegas se encuentran las Islas Cíes (Monteagudo, do Fato y San Martín), un singular “Caribe Gallego” que hay que visitar, sí o sí, una vez en la vida. Solo se puede acceder a estas joyas del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas por barco: unos cuarenta minutos de navegación desde Vigo o Cangas. También puedes aprovechar el viaje para conocer otros puertos de salida, como Baiona o Sanxexo, que son realmente encantadores. Y si te decides a ir, no te puedes perder la playa de Rodas, reconocida como “la mejor playa del mundo”.
Cabrera, el archipiélago inhabitado
Apenas a unos 20 kilómetros de la costa sur de Mallorca se encuentra un archipiélago inhabitado de 19 islotes, que se utilizó en el siglo XIX como prisión. El mayor atractivo del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Cabrera (el parque en su tipo de España, declarado como tal en 1991) es su abundante flora y fauna, única en el mundo, que se puede apreciar tanta fuera como dentro del agua ¡Tienes que hacer esnórquel sí o sí! Para llegar a este pedazo de paraíso basta con coger un barco desde la Colonia de Sant Jordi, la cual cuenta con las playas más bonitas y las calas más tranquilas de Mallorca, además de un entorno urbano muy acogedor. Mallorca este año despunta como destino favorito de los españoles con un aumento de las reservas de 108%, con respecto al año pasado.
El hogar de la foca monje: Isla de Lobos
Entre Lanzarote y Fuerteventura, a escasos 15 minutos de navegación desde esta última, se encuentra la Isla de Lobos, habitada en el pasado por focas monje o fraile del Mediterráneo, también conocidas como leones marinos. Se puede ir en ferry, watertaxis o mediante tours organizados. En Lanzarote parten desde Corralejo, uno de esos lugares que no son tan populares, pero que constituyen una joya de la naturaleza, con paradisiacas playas de arena blanca y agua turquesa. Puedes partir también desde Playa Blanca, el tercer enclave turístico de la zona. Si partes desde Fuerteventura tienes la oportunidad de conocer un destino único que ha visto crecer sus reservas un 69%. Como curiosidad: solo se pueden pasar 4 horas en esta isla protegida, pero es tiempo suficiente para dar una vuelta completa o para conocer las dos playas habilitadas: el Puertito de Lobos y la Playa de la Concha.
La isla de Ons: el gran tesoro desconocido
Esta isla, situada a la entrada de la Ría de Pontevedra, es la gran desconocida del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas, sin embargo, merece una mención aparte porque es el lugar perfecto para desconectar. Habitada antiguamente por piratas, en la actualidad se pueden encontrar restos romanos, de reyes medievales, piratas y godos, entre otros. Únicamente hay dos formas de visitar la isla: en barco privado o con una naviera desde ciudades como Sanxenxo, zona del litoral con más banderas azules de toda España; Portonovo, pueblo costero donde abunda la tranquilidad; Bueu, lugar donde comienza la ría de Pontevedra; y Vigo, la mayor ciudad de Galicia. No hay excusas para no visitarla.
Una isla sin asfalto: La GraciosaPerteneciente al Archipiélago Chinijo y ubicada a tan solo 30 minutos en barco desde Lanzarote, las isla de La Graciosa ofrece un pueblo pesquero lleno de paisajes volcánicos, playas vírgenes y con la mayor reserva marina de Europa. Para llegar allí existen línea de ferrys que parten cada media hora desde el puerto de Órzola, en Lanzarote, isla con una impresionante concentración de playas y miradores de escándalo. Debido a que se encuentra sin asfaltar, y con el fin de preservar la reserva natural, la recomendación es visitar la isla andando o en bicicleta, aprovechando para perderte y disfrutar de todo su encanto. Como dato importante, las reservas a este destino se han disparado un 91% en comparación con el año pasado.
En todo caso, estas y otras islas españolas ofrecen un conjunto de experiencias realmente fuera de serie, y Rumbo las pone al alcance de tu mano durante este verano y en cualquier momento en que quieras hacerte a la mar para descubrir cada uno de estos extraordinarios tesoros insulares.
Fuente: MARCO