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Durante este 2017 Escocia mostrará la riqueza de su historia, de su patrimonio cultural y de su rico acervo arqueológico. Desde los primeros asentimientos hasta nuestros días, pasando por la turbulenta Edad Media, la Ilustración escocesa y la Revolución Industrial, las historia de Escocia es capaz de sorprender a cualquiera, pero, sobre todo, ha dado lugar a un país en el que el arte y la cultura tiene un papel protagónico.
¿Qué se puede hacer en Escocia durante este año? Las opciones son miles. Por ejemplo: una visita a Glasgow para sumergirse en su ecléctica mezcla de estilos arquitectónicos. Acudir a la región de Ayrshire y Arran con sus antiguos círculos de piedra e impresionantes castillos. Llegar hasta el impresionante Royal Deeside, en Aberdeenshire, que fue el lugar predilecto de vacaciones de la Familia Real desde la era victoriana y que se puede complementar con el Scotland’s Castle Trail, que incluye el mítico Balmoral, residencia estival de Isabel II. Descubrir la historia del valorado whisky de malta escocés en la Speyside Malt Whisky Trail. Explorar la capital, Edimburgo, para apreciar su historia en cada rincón de sus monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, tanto de la ciudad vieja como de la nueva. Dirigirse al centro del país para visitar el viejo Reino de Fife, cuna del golf, St. Andrews y su famoso Old Course, antes de viajar al Palacio Falkland, uno de los hogares de María Estuardo, reina de Escocia.
Además, unos 400 eventos relacionados con el Año de la Historia, el Patrimonio y la Arqueología tendrán lugar en Escocia el próximo año. Aquí queda sólo un aperitivo:
Festivales de Edimburgo
Prácticamente, no hay lugar con una tradición de festivales tan arraigada como la desinhibida capital de Escocia. Doce grandes festivales se programan anualmente, pero el verano es la fecha en la que se multiplican las citas y se concentran las más importantes. Más de 3.000 espectáculos entre julio y septiembre llenan con propuestas de lo más creativas todo tipo de espacios, calles, jardines, iglesias, bares y hasta casas particulares.
Casi tres cuartos de siglo avalan esta tradición iniciada por el veterano The Edinburgh International Festival, consagrado a figuras de la danza, lópera, teatro, música clásica y contemporánea, para componer un atractivo programa internacional a lo largo de tres semanas (5 al 29 de agosto). El festival nació en 1947 como una iniciativa para celebrar la vida y el impulso creador, particularmente tras la devastación provocada por la Segunda Guerra Mundial. Este año el festival contará con orquestas como la de la Academia Nacional Santa Cecilia, la Gewandhaus de Leipzig, la Filarmónica de Rotterdam o la Nacional de Rusia y, como guinda final, el tradicional espectáculo de fuegos artificiales desde el Castillo.
Un poco de locura, por favor
Esa debió ser la petición hace casi setenta años cuando se creó el Edinburgh Festival Fringe, la alternativa menos formal al Festival de Edimburgo. Coinciden en fechas (5 al 29 de agosto) pero se diferencian en espíritu, más rompedor en este caso. El Fringe, que no tiene una programación encargada previamente, es una ventana desinhibida a la más rompedora creación contemporánea que hace suyo cualquier rincón de la ciudad con propuestas de teatro, comedia, talk shows, cabaret, circo, teatro, exposiciones, arte callejero e infantil en una agenda de unos 3000 actos. De pago o gratuitos, en interiores o al aire libre… Edimburgo llena sus calles de desenfado y sorpresas durante tres semanas electrizantes.
No hay tregua para los amantes de la farándula y la creación artística porque ya desde el mes de julio (concretamente entre el 14 y el 23) desembarcan las formaciones internacionales de jazz y los bluesmen en el consolidado Festival Internacional de Jazz y Blues. Uno de los mayores hitos de este festival es el asombroso desfile musical de sus bandas, que compite en animación con el famoso Mardi Gras de Nueva Orleans.
El arte no se queda atrás y pone a trabajar a todos los museos, galerías y salas durante un mes (del 28 de julio al 28 de agosto) a través del Edinburgh Art Festival. La sorpresa en las calles está asegurada con las Pop-Up Exhibitions, intervenciones artísticas en lugares no habituales del perímetro urbano.
Y ya entrado agosto sigue la locura con el Royal Edinburgh Military Tatoo, uno de los eventos más populares de la ciudad, con sus conciertos de bandas escocesas, entre otras propuestas que se despliegan en los jardines del Castillo de Edimburgo. Además de la celebración del Edinburgh Mela (27 y 28 de agosto), que añade un acento exótico y multicultural al barrio de Leith. Sin olvidar la gran cita que convoca a lectores y bibliófilos varios alrededor de su gran Feria del Libro (12 al 28 de agosto).
Nuevas galerías en Escocia
El célebre Museo Nacional de Escocia está abriendo nada más y nada menos que 10 nuevas galerías. El proyecto, valorado en más de 14 millones de libras, aumentará el espacio expositivo en un 40%, lo que permitirá mostrar más de 3.500 objetos antes ocultos al público.
Para todos los bolsillos
Todo este despliegue tentador requiere algo de organización, empezando por el transporte y alojamiento. Pero Escocia cuenta con opciones para todos los bolsillos. Así, llegar a la trepidante capital del país es ya parte de la diversión, atravesando en tren o bus sus extraordinarios paisajes. Toda la información para planificar una estancia se encuentra aquí. Del mismo modo, pases turísticos para diversas atracciones, rutas y tours personalizados se pueden adquirir en la tienda online de VisitBritain.
En todo caso, este 2017 ofrece una oportunidad perfecta para descubrir Escocia, un destino que ofrece un patrimonio histórico, una escena artística y una agenda cultural realmente fuera de serie.
Fuente: VisitBritain