Share This Article
El alojamiento es una parte fundamental de la experiencia de viajar, y en Noruega lo saben perfectamente bien. Por eso en aquel nórdico destino se está fomentando la creación de multitud de alojamientos alternativos, donde lo importante es, por supuesto, la experiencia. Las opciones son infinitas: desde una cabaña en un árbol o un camping de lujo hasta un barco aislado en mitad del hielo. Dormir diferente para no quedarse indiferentes. Aquí sólo algunas de las muchas opciones:
Canvas Hotel – glamping en Noruega
‘Glamping’ es un nuevo concepto de vacaciones, cada vez más extendido entre aquellos que quieren disfrutar de sus días de descanso rodeados de naturaleza, pero sin dejar a un lado todas las comodidades de un buen hotel. En Noruega, una buena alternativa es el glamuroso Canvas Hotel en Telemark, donde se encuentran 10 “yurtas” –tiendas de gran tamaño– de estilo mongolí, con suelos de madera y cómodas camas, además de bañeras al aire libre para relajarse tras un día de bicicleta o senderismo por las bellas montañas de la zona.
Noorderlicht – Dormir rodeado de hielo
El barco Noorderlicht es el único barco en el mundo que pasa la temporada de invierno atracado en el hielo del Fiordo Tempelfjorden, a 3 horas de Longyearbyen, en el archipiélago de Svalbard, la región habitada más al norte del planeta. Durante los meses de verano navega hasta llegar a Spitsbergen y a finales de septiembre se traslada a las Islas Lofoten, para así poder avistar orcas desde el mes de octubre a diciembre, momento en el que regresa a Svalbard para iniciar su temporada más aventurera en el invierno ártico. Una vez en Svalbard, se queda atracado en el hielo en mitad del Templefjorden y se convierte en hotel para las excursiones en moto de nieve por la región. El barco dispone de 10 cabinas dobles y los viajes suelen tener una duración de 7 días, el tiempo perfecto para saborear la parte más salvaje de Noruega.
Cabañas de pescadores en las Islas Lofoten
Construidas originalmente como alojamiento para los pescadores que acudían a Lofoten durante la temporada de pesca, las cabañas de pescadores gozan hoy de una enorme popularidad, tanto entre los noruegos como entre los turistas extranjeros. Alojarse en un “rorbu” –el nombre que reciben en Noruega– ofrece la experiencia de alojarse en pintorescos pueblos en unas singulares cabañas de madera construidas literalmente sobre sobre el mar.
Stokkøya – Diseño sostenible frente al mar
El Centro Marítimo de Stokkøya, en Trøndelag, es uno de los centros de Noruega más valorados por su diseño, estilo e idea en la distribución del espacio. Ubicado en una pequeña isla de 15 km, muy cerca de Trondheim, este alojamiento en la playa con muchos toques urbanitas es un sueño hecho realidad.
El edificio está dividido en bloques que conforman las habitaciones, y está construido de hormigón y vidrio. Las habitaciones se diseñaron siguiendo el patrón de las antiguas bodegas naturales, pero cada una de ellas tiene un gran ventanal que da directo a la playa y los muebles son piezas de diseño únicas, introduciendo también muebles reciclados y nuevos diseños de estudiantes de arte noruegos. La parte trasera del edificio está cubierta por la montaña y césped, logrando así un menor impacto en el paisaje, fusionándose con su entorno natural.
Engholm Husky Design Lodge – vuelta a los orígenes
Sven Engholm es más que el propietario del Engholm Husky Design Lodge, es el creador de cada una de sus cabañas de madera. Él mismo ha construido cada cabaña con materiales procedentes de las montañas y bosques de los alrededores de Karasjok, en plena Laponia Noruega. También ha diseñado y fabricado los muebles de cada una de las seis cabañas, pero además del trabajo artesanal, su ubicación en pleno bosque, alejado de las carreteras y sin vecinos, consigue que la vivencia de estar en contacto con la naturaleza sea absoluta.
Hotel Hanseático – como un mercader en Bergen El Hotel Hanseático de Bergen se encuentra en Bryggen, el muelle, centro neurálgico de la ciudad desde finales de la Edad Media y que recuerda la importancia que tuvo este destino como parte del imperio comercial de la Liga Hanseática desde el siglo XIV hasta mediados del XVI. El hotel es parte de Bryggen y por ello está incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Amueblado al estilo del siglo XVI, transporta a sus huéspedes a una época de esplendor para Bergen y, dada la elegancia del edificio de madera, es fácil entender por qué fue hospedaje y restaurante para muchos comerciantes alemanes, holandeses y noruegos durante la liga hanseática.
Tre Top Hut – volver a la niñez
¿Quién no ha soñado con dormir en una cabaña en la copa de un árbol? Pues en Noruega es posible y las cabañas de Tre Top Hut en Brumunddal son el lugar ideal para los amantes de la fauna y para los más nostálgicos. De momento disponen de sólo 3 cabañas, pero no es ningún problema para aquellos viajeros que deseen alejarse del bullicio de la ciudad y estén dispuestos ha dejarse llevar por la paz de la naturaleza. Esta atractiva oferta de alojamiento da la posibilidad de observar, desde el nido, imponentes alces, amaneceres que quitan el hipo y disfrutar de un sueño profundo de lo más reparador.
En todo caso, ¡dormir en Noruega es diferente!
Fuente: Oficina de Turismo de Noruega