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Tras más de dos años de ausencia por motivo de la pandemia, Burgos ya está preparada, con sus mejores galas, para recibir a sus visitantes y disfrutar de sus festividades de verano por todo lo alto.
De esta forma, en las últimas semanas de junio, la ciudad volverá a recobrar el ambiente festivo tradicional de estas fechas y retomará sus celebraciones únicas, muchas de ellas declaradas de Interés Turístico.
La primera de ellas comienza mañana, viernes 17 de junio, con la celebración de la Fiesta del Curpillos, declarado de Interés Turístico Regional. El Curpillos o Corpus Chico es una fiesta que se desarrolla en el entorno del Monasterio de las Huelgas y es exclusiva de la ciudad castellana. Tradicionalmente se celebra el viernes posterior a la solemnidad del Corpus Christi y la tradición la vincula con el recuerdo histórico de la victoria del rey Alfonso VIII en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212; rey que fuera, precisamente, el fundador del Monasterio de las Huelgas.
Los actos festivos dan comienzo a primera hora de la mañana, con la celebración litúrgica y la recepción de autoridades, siendo esta una de las escasas ocasiones en las que las religiosas del monasterio comparten culto con la población.
Posteriormente se realiza un recorrido popular por el exterior del Monasterio, presidido por autoridades religiosas, civiles y militares, en el que se ondea una reproducción del pendón de las Navas de Tolosa del siglo XIII (el original está conservado en el museo del propio Monasterio).
Finalmente, y durante todo el día, en el vecino parque del Parral se desarrolla una fiesta popular al aire libre en la que los burgaleses se dan cita para degustar los tradicionales pinchos de morcilla, chorizo o morro que ofrecen las peñas y casas regionales de la ciudad. Así como la posibilidad de disfrutar de la música de dulzaineros y grupos folclóricos.
La siguiente gran ocasión es la que corresponde a las fiestas mayores de Burgos, las Fiestas de San Pedro y San Pablo, o “Sampedros” –como son conocidas entre los burgaleses–, que comenzarán el próximo día 24 de junio con el tradicional pregón y posterior ‘chupinazo’. Una fiestas que contarán con un gran abanico de actividades para todos los públicos y todas las edades.
En este sentido, las Fiestas de San Pedro contarán este año con una mayor inversión por parte del Ayuntamiento, tras los años de pandemia, y cambios de emplazamiento en algunos de sus principales eventos, como la feria de tapas, los fuegos artificiales o las barracas. Así, entre las novedades se encuentran la existencia de dos escenarios simultáneos para grandes conciertos: el entorno de la plaza Santa Teresa y la zona polideportiva de San Amaro. En esta última instalación actuará Robe, el 25 de junio; Viva Suecia, el día 26; Tom Jones, el 28, y La Moda, el día 29 de junio. Por su parte, la Feria Taurina se extenderá del día 25 de junio al 2 de julio y contará con la presencia de figuras como Morante de la Puebla, Roca Rey, Manzanares, Cayetano o Ginés Marín.
El día 29 será el llamado Día Grande y tendrá lugar la celebración de “El Burgalés Ausente”, también declarada de Interés Turístico Regional. En este día se homenajea a los burgaleses que residen en el extranjero; por medio de la llamada ‘Operación Añoranza’ un grupo de burgaleses de origen y residentes en el extranjero, comparten las fiestas y conviven unos días en la ciudad.
Hasta el día 3, con el Desfile de Peñas, que dará por concluidas las Fiestas, se podrá disfrutar de multitud de actividades en las calles de la ciudad. Muchas de ellas enfocadas a los más pequeños, como la Cabalgata –el 26 de junio–, los hinchables o los gigantes y cabezudos. El Palacio de la Isla también será escenario de estas actividades, durante el día con ‘Islantia’ y por la noche con espectáculos de luces.
El último domingo de fiestas se realiza otra celebración especial, también declarada de Interés Turístico Regional, en torno al Parque de las Fuentes Blancas. Se trata del concurso gastronómico de “El Buen Yantar”, que contribuye a ensalzar la cocina burgalesa y los productos típicos de la tierra.
En todo caso, la ciudad de Burgos comienza el verano por todo lo alto, mostrando su cara más festiva y abriendo sus puertas de par en par para todos aquellos que quieran descubrir y disfrutar su extraordinario patrimonio histórico, cultural y gastronómico.
Fuente: Comunicación Iberoamericana