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El verano ya está prácticamente con nosotros y Gran Canaria es, como en cualquier época del año, el destino perfecto para vivir unas buenas vacaciones. Visitar esta maravillosa isla supone disfrutar de una playas increíbles, de una oferta cultural apasionante, de fiestas populares mágicas, de todo tipo de propuestas activas…, y de una gastronomía realmente fuera de serie.
La gastronomía Gran Canaria está llena de sorpresas, de matices, de carácter…, todo ello resultado de un proceso pausado, lleno de cariño, como el que supone cocinar cualquier buen guiso. Porque han hecho falta 500 años para preparar este singular recetario; para hornear la amalgama de productos que regalaba el océano; para mezclarlos con las influencias lejanas que fondeaban por los puertos de la isla, la gran puerta del Atlántico. Viajeros de cien países distintos arribaron a Gran Canaria, y con ellos trajeron los sabores de diez meridianos a la redonda. En todo caso, descubrir esta excepcional gastronomía a través de sus ingredientes secretos supone desmenuzar la esencia de la propia isla, su cultura, sus paisajes, sus tradiciones…
1.- El café para gourmets crece en Agaete: Las pescaderas de Agaete ya no se echan a andar por las veredas del norte de la isla de Gran Canaria, de pueblo en pueblo, con la palangana de sardinas en la cabeza. Hoy las redes se han cambiado por un buchito de café, y en Agaete lo tienen muy bueno, cultivado muy cerca, apenas a unos pocos kilómetros adentrándose por el valle del mismo nombre que el pueblo. Además, esta localidad grancanaria puede presumir de tener el único café que se cultiva en un país europeo, con tradición desde el siglo XIX y de una variedad escasa y antigua, dentro de la muy común especie Coffea arabica: la typica. Tradicionalmente, el cafeto se ha plantado en este valle al borde de las fincas, acompañando a otros cultivos, pero hoy ya ocupa el sitio de honor en muchas de ellas.
2.- Mogán, fruta y atún de mar adentro: La costa de Mogán presenta hoy una sucesión de llamativas urbanizaciones turísticas en las que la gastronomía de sus muchos restaurantes agasaja al visitante que viene a disfrutar del mar y los deportes náuticos (pesca incluida). Excelentes productos propios nutren la mesa: tierra adentro, sus ya famosos frutos tropicales, como la papaya, el mango o el aguacate; en dirección opuesta, un vasto océano del que sus pescadores, de Arguineguín o Puerto de Mogán, extraen una gran variedad de pescados y mariscos. Una excepcional despensa marina en la que los túnidos de temporada son tan apreciados que incluso llevan el apellido “de Mogán”. Además, habrá que aprovechar que los bonitos listados vienen con el verano.
3.- El famoso queso de flor de Santa María de Guía: El queso más singular del archipiélago canario, así de simple. Y lo es porque su nombre ya adelanta su propia Denominación de Origen Protegida: Queso de Flor de Guía y Queso de Guía. El producto, en realidad, es elaborado también por familias de pastores trashumantes de otros municipios vecinos, pero el mercadillo dominical de Guía –como los isleños llaman, sencillamente, a Santa María– era su principal punto de venta ya en el siglo XIX. Queso de flor porque sí es de flor; porque se elabora cuajando la leche con cuajo vegetal, es decir, poniendo primero a macerar flor cardo en un poco de agua, que se añade a la leche recién ordeñada de ovejas trashumantes, en la mayoría de las ocasiones mezclada con leche de cabra y/o de vaca.
4.- En Agüimes vive la “aceituna del país”: El sureste de Gran Canaria tiene un cultivo que llegó justo después de su conquista, en el siglo XV, el olivo. Un producto que con el actual boom de la cocina mediterránea ha conseguido recuperar su espacio en la cocina canaria. Y es precisamente en Agüimes donde primero nació ese interés por reivindicar la producción de aceite de oliva virgen extra. A su moderna almazara municipal, le han sucedido en los últimos años la puesta en marcha de algunas más, y a todas ellas llega la verdial de Huévar, la que trajeron los primeros colonos hace siglos, desde el suroeste peninsular, y que hoy es, simplemente, la “aceituna del país”; un fruto intenso que bien vale para un magnífico aceite virgen extra o para consumirlo entero, eso sí, aliñado con todo tipo de mojos, porque cada isleño tiene su propia receta.
5.- El ron más famoso de Canarias: A escasos 15 kilómetros de Las Palmas de Gran Canaria, la ciudad de Arucas es la otra capital de Gran Canaria, la capital del ron. Arucas comenzó a plantar caña de azúcar antes incluso de que este cultivo llegara a Cuba, y fue solo cuestión de tiempo para que la azucarera Fábrica de San Pedro se convirtiera en destilería. Hoy, un siglo y pico después, esta centenaria fábrica –que todo el mundo conoce como Destilerías Arehucas y que cualquiera puede visitar– forma parte del propio sentir del isleño: en la iconografía que representa escenas cotidianas o fiestas populares aparece siempre la imagen de una de sus botellas; en las frases que citan a cualquier personaje que represente lo popular no deja de aparecer la expresión “ron de Arucas”. El nombre de la ciudad se ha hecho nombre de ron.
Isla de sabores
Esta temporada estival, el gusto, la vista, el olfato…, bien pueden ser los guías de un delicioso viaje por Gran Canaria. Un recorrido sensorial para descubrir Agaete y su café, Mogán y sus frutos del mar, Guía y sus quesos, Agüimes y sus aceitunas, Arucas y su ron, pero también Gáldar y sus cebollas, Valleseco y su manzanas, Telde y sus naranjas, La Aldea de San Nicolás y sus tomates, Tejeda y sus almendras…, y tantos otros lugares, cada uno de ellos con sus propiosingredientes secretos, con sus recetas, con sus hábiles manos cariñosamente trabajando con la tierra y sus frutos… y todo ello, en conjunto, dando forma a auténtica isla de sabores.