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De norte a sur, Chile es un destino que ofrece algo más de 4.000 kilómetros de una belleza intacta, auténtica, realmente abrumadora… El territorio chileno acoge lugares únicos, sitios donde la historia se entrelaza con paisajes realmente fuera de serie, un singular colecciónde sitios con una importancia natural, histórica y cultural tan excepcional que les ha valido el reconocimiento por parte de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
1. Parque Nacional Rapa Nui.- En la Isla de Pascua –la isla habitada más remota del mundo– se esconden enigmas y leyendas milenarias. El pasado y el presente se funden en Rapa Nui, un gran museo natural y cultural al aire libre. Sus encantos, por tanto, son interminables: desde las magníficas esculturas de piedra, conocidas como Moai, hasta las playas de arenas rosáceas, volcanes y praderas, para recorrer a pie o a caballo, pasando por cavernas para explorar y uno de los mejores lugares para bucear en Chile.
Además, un 43% de la superficie total de la isla corresponde a una zona protegida: el Parque Nacional Rapa Nui, testigo viviente de tradiciones artísticas y lugar que reúne una gran cantidad de sitios arqueológicos de valor universal, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1995.
2. Iglesias de Chiloé.- El curanto (un método tradicional para cocinar alimentos utilizando piedras calientes), las patatas (más de 600 tipos de patatas endémicas) y sus múltiples leyendas, han cubierto de magia a la isla de Chiloé. Pero son sus iglesias las que le han entregado un encanto arquitectónico propio a la zona. Nombradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, las 16 iglesias de Chiloé (destacadas de entre más de 70 similares) fueron levantadas entre el siglo XVII y el XIX, fusionando el diseño español con las técnicas y materiales locales, fundamentalmente la madera.
Estas 16 iglesias componen la “Ruta de las iglesias de Chiloé”: 9 de ellas están en la costa oriental de la Isla Grande, 3 en Lemuy, 2 en Quinchao, 1 en Caguach y 1 más en Chelín; todas inmersas en paisajes naturales sin igual, entre bosques, praderas y junto al mar, y cada una con un encanto diferente.
3. Barrio histórico de Valparaíso.- Bohemia y colorida, Valparaíso es la joya del Pacífico chileno, inspiración de poetas y escritores de la talla de Pablo Neruda, entre muchos otros. Esta ciudad colonial constituye un ejemplo clave del desarrollo urbano de América Latina a finales del siglo XIX. Entre abruptas pendientes e infinitas escaleras, el barrio histórico de Valparaíso corona el Cerro Alegre, un anfiteatro natural que se asoma al Pacífico y que resguarda diversos edificios de notable arquitectura, como la Iglesia de la Matriz, el Reloj Turri, el edificio El Mercurio y el Museo de Bellas Artes.
El puerto más importante de Chile, Valparaíso fue testigo de la temprana globalización y del encuentro intercultural durante el siglo XIX, y hoy florece como una de las ciudades con más historias, magia y vida de todo el país. Con sus estrechas calles, infinitas escaleras, históricos ascensores y sus múltiples miradores, representa uno de los pocos lugares del mundo en que la arquitectura victoriana fue adaptada a la geografía local con éxito; a tal grado que fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad en 2003.
4. Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura.- La historia del oro blanco envuelve y une dos oficinas salitreras que se transformaron en el mayor yacimiento de salitre del mundo a principios del siglo XX. En este lugar cargado de historia en la Pampa del Tamarugal vivieron, desde 1880 y por unos 60 años, miles trabajadores; ahí forjaron una identidad propia durante uno de los períodos más esplendorosos de la historia del país.
En su interior hay lugares icónicos, como la pulpería, el teatro o la iglesia. Existen tres circuitos para adentrarse en el corazón del campamento y el área industrial, reconocida como Patrimonio de la Humanidad en 2005. El primero recorre la infraestructura del lugar para que el visitante entienda cómo se vivía en el campamento; en el segundo se conoce la maquinaria de la época y la tecnología que se usaba para producir el salitre; y en el tercer circuito, el proceso de extracción. Un tour completo para poder conocer una comunidad con su propio lenguaje, organización, costumbres y expresiones creativas, en pleno Desierto de Atacama.
5. Ciudad Minera de Sewell.- Al este de la ciudad de Rancagua, en el centro del país, se encuentra “la ciudad de las escaleras”: la Ciudad Minera de Sewell. Una de las empresas más importantes del país y hogar de los trabajadores de la División de El Teniente, la que llegó a ser la mina subterránea de cobre más grande del mundo en 1905; el imponente sitio está reconocido como Patrimonio de la Humanidad desde 2006.
Hoy, este pintoresco y colorido pueblo entre montañas, estructurado en torno a una escalera central que nace a partir de la estación ferroviaria, desentierra las huellas del pasado glorioso de uno de los asentamientos más simbólicos de Chile, que contribuyó a la difusión global de tecnología minera a gran escala.
6. Camino del Inca: Qhapaq Ñan.- Nombrada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2014, esta milenaria ruta fue parte de un sistema de caminos de 30,000km de largo creado por la civilización incaica a lo largo y ancho de 6 países: Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile; desde las cumbres nevadas de Los Andes hasta las costas del Pacífico, atravesando bosques tropicales, valles fértiles y desiertos de gran aridez.
Al norte de Chile, el Qhapaq Ñan está formado por 4 tramos: uno en Arica, dos en Antofagasta y uno en Atacama. Este sendero arqueológico es testimonio vivo de la cultura inca y transcurre por el tiempo y el territorio envuelto en las tradiciones y misticismo del imperio que conquistó el sol.
En definitiva, Chile ofrece un conjunto natural y cultural realmente apasionante, coronado por sus seis sitios reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Fuente: Interface Tourism Spain