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Desde hoy, 25 de enero, y hasta el 11 de marzo, CentroCentro Cibeles de Madrid acoge por quinto año consecutivo la exposición colectiva de las obras ganadora y finalistas del XXI Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, otorgado por Médicos del Mundo, una asociación independiente que trabaja para hacer efectivo el derecho a la salud, especialmente para las poblaciones vulnerables, excluidas o víctimas de catástrofes.
El fotógrafo madrileño Carlos de Andrés ha sido el ganador de esta XXI edición del galardón con la serie La soledad de María contra la ley de dependencia. Su trabajo cuenta la historia de su madre, que murió hace un año esperando una plaza en una residencia que nunca llegó. La serie fue realizada íntegramente en Madrid, en el domicilio de María en Carabanchel.
La primera finalista ha sido la argentina Constanza Portnoy con Fuerza de vida, lo que salva el amor, una serie que muestra la historia de Jorge, discapacitado tras tomar un medicamento con talidomida. El segundo finalista ha sido el italiano Karl Mancini con una serie sobre la violencia de género titulada Ni una menos. El tercer finalista ha sido el ruso Vadim Braydov con Special School, retrato de una centro de internamiento de menores en el pueblo de Serafimovka, Bashkiria.
El Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña se ha consolidado tras veintiuna ediciones como un referente de la fotografía humanitaria y de denuncia de violaciones de derechos humanos. En la presente edición se presentaron 348 participantes de 64 países. El Premio se convoca anualmente en recuerdo de cuatro cooperantes asesinados en Ruanda en 1997 y Bosnia en 1995 cuando trabajaban en proyectos de acción humanitaria: Flors Sirera, Manuel Madrazo, Mercedes Navarro y Luis Valtueña. Este último era fotógrafo de profesión, motivo por el cual este Premio lleva su nombre, y en España trabajaba como reportero para la Agencia Cover.
Una vez más, CentroCentro Cibeles destaca dentro de la agenda cultural de Madrid por abrir sus espacios a propuestas en las que el arte y la cultura dialogan con otras caras del complejo prisma que forma la realidad contemporánea. Sin duda, hablamos de un lugar que ofrece a madrileños y visitantes un conjunto de experiencias que no tiene desperdicio.
Fuente: Prensa CentroCentro