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Ir de vacaciones a Centroamérica supone disfrutar de hermosas playas, una naturaleza deslumbrante, trepidantes caminos para hacer senderismo, ciudades y pueblos de leyenda, una deliciosa gastronomía y la posibilidad de descubrir la vibrante cultura del Mundo Maya, una de las más fascinantes del continente americano, junto con los incas y los aztecas. Así, Centroamérica ofrece una sorprendente muestra de yacimientos arqueológicos, signo de una riqueza cultural única.
Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras y los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas, conforman el territorio donde viven cerca de seis millones de descendientes de la milenaria civilización. Por ello, Centroamérica es un destino ideal para conocer en primera persona la huella del asombroso Mundo Maya, que dejó sus vestigios y señales de generación en generación, mostrando toda su plenitud.
De hecho, la región alberga un amplio elenco de etnias a lo largo y ancho de su geografía: los Lenca, Tolupanes, Maya Chortís, Payas, Tawahkas, Misquitos, Sumo, Rama, Ulwas, Marribio, Chorotega, Nagrandano, Nicarao, Sutiaba, Matagalpa, Chontal, Guatusos, Quitirrisí, Malekú, Bribri, Talamancas, Emberá, Nagate y los artísticos Kuna.
Guatemala.- Uno de los complejos de ruinas mayas más espectaculares, con más de 3000 en total, se puede encontrar en Tikal, situado en las selvas tropicales del norte de Guatemala, una de las ciudades más grandes del Mundo Maya con algunos de los edificios que datan del siglo IV a.C. Además de este extraordinario lugar, el viajero puede maravillarse explorando sitios y parques arqueológicos como El Mirador – Río Azul, Uaxactun, Yaxha-Nahum-Naranjo, Quirigua, Tak´alik AbÁj, Iximche en Chimaltenango, Zaculeu en Huehuetenango y la Danta, la pirámide más grande del mundo antiguo por sus dimensiones de ancho y alto. Estas impresionantes edificaciones yacen entre la selva guatemalteca del Petén.
Honduras.- Si Tikal es el punto más deslumbrante del mundo maya para Guatemala, para Honduras lo es Copán, considerada como el París del mundo Maya en Centroamérica. Estás ruinas están situadas al occidente del país, lindando con Guatemala, y constituyen una de las fuentes más importantes de información sobre la antigua civilización maya; no es casualidad que sea el sitio maya más estudiado de Centroamérica. Ubicadas en el sur de lo que se conoce como La Ruta Maya, las Ruinas de Copán alcanzaron su esplendor entre los siglos V y IX de nuestra era y fueron reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1980. Destaca en el Parque Arqueológico de Copán Ruinas, la Escalinata de Jeroglíficos, que contiene el texto escrito más extenso del mundo y que cuenta con más de 2000 signos o glifos.
Belice.- Cuando se trata de cantidad y variedad de ruinas mayas, Belice ocupa el primer lugar y podría ser considerada como epicentro de la Cultura Maya. El país cuenta con más de 600 sitios mayas, entre los cuales pueden encontrarse Xunantunich, construida cerca de la rivera del río Mopán; Lamanai, con su impresionante Templo de los Mascarones; Cahel Pech, Altun Ha, Lubaantun y muchos otros. El Caracol, en el distrito de Cayo, fue la ciudad maya más grande de Belice. Ubicada en la serranía baja, tuvo su apogeo en el Periodo Clásico (c. 250-900 d.C.) y una de sus estructuras más destacados es Canaá, una pirámide de 42 metros de altura, así como la gran Acrópolis Sur.
El Salvador.- La ventaja de recorrer los sitios mayas en El Salvador es que se encuentran muy cerca unos de otros. Joya de Cerén, aldea agrícola apodada la Pompeya de América, por estar enterrada también bajo cenizas volcánicas, ofrece una increíble perspectiva de la vida agrícola maya. Por su parte, Tazumal, a unos 60km al oeste de la capital, San Salvador, está considerada entre las ruinas mejor conservadas del país y cuenta con la estructura piramidal más alta. El tercer sitio interesante del patrimonio maya es San Andrés, en el Valle de Zapotitán. Las ruinas también fueron parcialmente enterradas por la erupción volcánica de 1658, pero se han excavado varias secciones, incluidas 7 enigmáticas estructuras, como el complejo Acrópolis.
En cualquier caso, explorar el patrimonio histórico de Centroamérica supone vivir experiencias realmente increíbles: descubrir una cultural viva, contemplar parajes naturales alucinantes y percibir todo el encanto que ofrece este mágico rincón del mundo.
Fuente: Promotourist