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Pasear por Castelló tiene un valor cultural añadido: admirar la belleza de su excepcional patrimonio artístico ligado a la cerámica, repartido en espacios públicos como el parque de Ribalta o la plaza Na Violant d’Hongria; en edificios como el de Correos o los también modernistas en torno a La Farola, las capillas de algunas calles…
Una singularidad que le ha valido para ser la única ciudad española integrada en la Ruta Europea de la Cerámica.
Creada en 2011 y certificada en 2012 como Itinerario Cultural del Consejo de Europa para revalorizar el patrimonio cultural europeo a través de una oferta turística sostenible y competitiva basada en la promoción y protección del patrimonio material e inmaterial del azulejo, la Ruta Europea de la Cerámica recorre 9 ciudades de 8 países: Bolesławiec (Polonia), Faenza (Italia), Limoges (Francia), Gmunden (Austria) Höhr-Grenzhausen y Selb (Alemania), Delft (Países Bajos), Iznik (Turquía) y, dese luego, Castelló. Localidades que brindan a sus visitantes la oportunidad de descubrir lo que sucede tras los bastidores en la producción de cerámica, observando el proceso de fabricación o intentándolo ellos mismos.
“Castelló tiene un patrimonio cerámico de relevancia y la voluntad política para poner en valor esta riqueza cultural como bien turístico que ahora, gracias a nuestra incorporación como primera ciudad española adherida a la Ruta Europea de la Cerámica, podremos poner en valor y potenciar como atractivo turístico”, explicó la alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, en la Asamblea General de esta red celebrada el pasado mes de diciembre; primera vez que la capital de la Plana participaba en dicha Asamblea desde su adhesión a la Ruta.
En todo caso, un plácido paseo por Castelló permite admirar su particular Ruta de la Cerámica. Así, por ejemplo, están los bancos del parque Ribalta (corazón verde de la ciudad), los retablos de la plaza Fadrell, el mural de cerámica vidriada de la plaza Na Violant d’Hongria, con alusiones a la carta puebla de Castelló y a la historia fundacional de la provincia; o las cerámicas que decoran edificios modernistas, como el de Correos o las casas ubicadas en torno a La Plaza de la Independencia, conocida popularmente como La Farola. Y por las calles, alzar la vista es disfrutar de capillas del siglo XVIII ornamentadas también con bellas cerámicas. Un material que, desde luego, Castelló emplea en algunas de sus nuevas construcciones poniendo en valor esta seña de identidad cultural.
La Ruta Europea de la Cerámica ofrece a los viajeros la oportunidad de visitar cualquiera de las ciudades que forman parte de la red y descubrir la evolución cultural y social que, gracias a la industria cerámica, ha experimentado cada destino. Ya desde el Neolítico, la producción de cerámica ha estado profundamente arraigada en la Comunidad Valenciana y Castelló, en concreto, la ha puesto en valor embelleciendo con ella múltiples espacios urbanos.
En todo caso, este singular atractivo se suma a las innumerables posibilidades que ofrece la localidad valenciana, desde su excepcional gastronomía hasta su dinámica agenda artística y cultural, para dar lugar a un destino realmente fuera de serie. Castelló es un lugar ideal para una próxima escapada o, por supuesto, unas buenas vacaciones.
Fuente: RV Edipress