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Si de algo puede presumir Ibiza es de contar con numerosas huellas del pasado, testimonio de las diversas culturas que han pasado por la isla blanca. Su estratégica situación en el Mediterráneo la convirtió en objetivo de grandes civilizaciones e imperios.
Y precisamente para rendir tributo a ese invaluable legado histórico –particularmente al de época medieval–, desde mañana, 10 de mayo, y hasta el domingo 13, las calles de Ibiza se llenarán de color y guiños al patrimonio gracias a Eivissa Medieval, una gran fiesta que congrega a más de 100.000 visitantes en cada edición. Este año, además, las jornadas contarán con un contexto perfecto, el Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018, con las murallas de Dalt Vila acogiendo las costumbres medievales que en su día vivió la isla.
Cultura medieval, el carácter de una isla
Así, durante cuatro días, los sabores y aromas serán el mejor vehículo para conmemorar el paso por la isla de fenicios, árabes, romanos y los cristianos catalanes que la habitaron durante el Medievo. Eivissa Medieval supone calles invadidas por emocionantes espectáculos, donde las diferentes tradiciones culturales ibicencas recibirán a miles de visitantes. Todo en un contexto de lujo, con Dalt Vila, el barrio de La Marina y la Necrópolis de Puig des Molins como los tres baluartes elegidos por el Ayuntamiento de Ibiza para celebrar una cita con cada vez más renombre en todo el Mediterráneo.
El recinto de Dalt Vila, la fortificación amurallada mejor conservada del Mediterráneo y Patrimonio de la Humanidad desde 1999, contribuye a recrear la historia multicultural de una isla que fue poblada por diferentes invasores a lo largo de su historia. 10 zonas, ambientadas con hasta 4.000 elementos de decoración acogen un completo programa que incluye un recorrido por las diferentes áreas del recinto amurallado, pudiendo disfrutar de los accesos y baluartes del recinto, con sus impresionantes vistas al puerto y sus calles empedradas.
Una auténtica puesta en escena para todas las edades
200 puestos artesanales, un centenar de artistas entre ambulantes, artesanos, faquires y actores recrearán el día a día en el casco antiguo de Ibiza. Historia viva decorada con alfombras, banderas, telas y estandartes propios de la época cristiana, árabe y hebrea, con 17 grupos de animación locales, nacionales e internacionales realizando diversas demostraciones para mayores y pequeños.
Cetrería, tiro con arco, herrería, alfarería, la mimbre típica payesa, madera, perfumes, fundición… Artesanía originaria de la isla blanca que se combinará con danzas árabes, juegos medievales y actividades infantiles llenas de acrobacias, príncipes y músicos profesionales y amateurs. El programa completo de actividades está disponible en este enlace.
El enorme influjo que las diferentes culturas han tenido en la isla se ve directamente reflejado durante Eivissa Medieval, con los espacios culturales y museísticos abiertos al público. En paralelo y como colofón a unas jornadas cargadas de historia y odas al patrimonio, visitantes y locales podrán disfrutar de conciertos de música coral en las diferentes iglesias de Dalt Vila y exhibiciones de folklore en una fiesta que cuenta cada vez con más reconocimiento internacional. Una muestra de cómo la isla blanca tiene motivos durante todo el año para poder disfrutarla, y que se enmarca además dentro de las Jornadas Gastronómicas de Primavera.
Hasta el 27 de mayo, 54 restaurantes de la isla participan este año en #IBIZASABOR18, con platos y recetas tradicionales renovados, reflejando que el producto gastronómico de la isla es una de las joyas más preciadas de la isla. Los ingredientes Kilómetro 0 centran unas jornadas de auténtico renombre que vivirán además, el 14 de mayo, el III Foro Profesional de Gastronomía del Mediterráneo, con charlas y ponencias de chefs locales y nacionales y poniendo en primer plano la importancia de los productores ibicencos.
Una fecha que este año se centrará en la concienciación hacia la protección de la posidonia oceánica, la pradera sumergida más extensa del mundo, cada vez más amenazada por actores externos, como el anclaje de los barcos, los vertidos de residuos y actitudes en muchos casos poco concienciadas con este hábitat milenario, también declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
Ibiza vuelve a vestirse de fiesta para ofrecer una experiencia realmente fuera de serie, el perfecto maridaje entre historia y gastronomía.
Fuente: Promotourist