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En Centroamérica y República Dominicana confluyen elementos tanto de las culturas precolombinas como de los europeos, africanos y asiáticos que se han establecido en la región a lo largo del tiempo. Una fascinante mezcla de matices que, entre otras cosas, ha dado lugar a una gastronomía muy singular. Un conjunto de sabores que, por supuesto, hay que descubrir.
Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá y República Dominicana; a pesar de las diferencias geográficas y sociales que determinan el acervo culinario en los diferentes países que integran la región, el café, el cacao y el maíz son el denominador común en la cocina. Desde luego, hay que señalar también otros productos típicos de la zona, como la yuca, los frijoles, el cacahuete, el arroz, el aguacate, la piña o el coco. Una despensa privilegiada que da lugar a un gran conjunto de experiencias gastronómicas y culturales más que atractivas, desde conocer a los productores hasta descubrir las técnicas y recetas para preparar los platos más emblemáticos de la cocina local, entre muchas otras.
El Café: aromas irresistibles
De la región centroamericana, Honduras es, a día de hoy, el país que más café produce, seguido por Guatemala. La calidad del café hondureño es reconocida a nivel internacional y su red de producción integra seis regiones: Copán, Opalaca, Montecillos, Comayagua, Paraíso y Agalta.
En este sentido, el país ofrece visitas a fincas de café para aprender sobre su proceso de cultivo y elaboración. Experiencias que también se pueden vivir en Guatemala, donde, además, se encuentra el Museo del Café La Azotea, un museo y centro cultural que recibe más de 3.000 visitantes al mes. Un lugar perfecto para conocer todo sobre este emblemático cultivo y la popular bebida. Además, Finca La Azotea produce y procesa uno de los mejores cafés de Antigua Guatemala.
Del mismo modo, en Nicaragua se puede recorrer la Ruta del Café, un itinerario que presenta distintos atractivos turísticos, culturales y naturales de la región norte-centro del país, siempre en torno al rico universo del café. Por otra parte, cualquiera que visite Panamá puede descubrir una de las variedades de café más exclusivas y cotizadas del planeta: el Geisha de Panamá. Caracterizado por su delicado sabor con toques florales y frutas tropicales, el Geisha se cultiva en las tierras altas de la provincia panameña de Chiriquí, en un terroir de diferentes microclimas y suelos volcánicos que le dan características únicas.
El Cacao: el auténtico oro negro
Aunque hace mucho tiempo que los granos de cacao se dejaron de utilizar como forma de pago, la popularidad de este cultivo no ha dejado crecer en Centroamérica y República Dominicana. Un aumento que se debe, por supuesto, a la insaciable demanda global de chocolate de alta calidad. En cualquier caso, los árboles de cacao centroamericanos producen granos de calidad mucho más alta que los de otras partes del mundo.

Y para descubrir todo sobre este popular “oro negro”, en Costa Rica se encuentra, por ejemplo, la Ruta del Chocolate, en la ciudad de Bribri, donde el cacao nace a la vera de plátanos y naranjos. Una gran diferencia respecto a otras rutas de este estilo es que la misma comunidad indígena es la encargada de comentar las peculiaridades de su producto estrella, que emplean como alimento, pero también como medicina y para purificar sus almas.
Asimismo, en República Dominicana, la tienda de chocolates hechos con cacao puramente dominicano, Kahkow, ofrece toda una experiencia alrededor de este producto. Desde dar a conocer los orígenes del famosísimo dulce o visitar su fábrica de chocolate hasta participar en un taller de jabones con manteca de cacao o crear tu propia tableta de chocolate.
En Belice es común encontrar esta planta en los distritos de Cayo, Sant Creek, Belize y Toledo. Es bien sabido que el cacao de Belice es de muy alta calidad y, en muchos casos, está certificado como orgánico. Además, es tal su importancia para las comunidades locales que cuenta con un festival denominado Cacao Fest – Chocolate Festival of Belize, en donde se puede conocer a los granjeros locales y degustar algunos de los mejores chocolates del país.
El Maíz: sustento de civilizaciones
Para los antiguos mayas, el maíz fue mucho más que un alimento. El maíz era un ingrediente sagrado. La civilización maya creía que el hombre había sido creado a partir de este cultivo. Además, fue la clave de su sustento. Hoy en día, el maíz es el cereal más importante a nivel mundial y localmente sigue siendo fundamental para la dieta y la cultura de Centroamérica.
Muchos de los platos más populares de la región incluyen maíz en su receta, y una clara muestra de ellos son las pupusas de El Salvador, hechas con masa de maíz y rellenas con quesillo o chicharrón de cerdo. En Honduras, el producto más valorado por sus habitantes son las rosquillas, de masa de maíz, queso, cuajada y mantequilla en crema, así como las tustacas, que además llevan dulce de panela. En Nicaragua, la mayoría de los platos también incluyen maíz, como el indio viejo, un guiso preparado con maíz triturado y carne de res, las güirilas o los tradicionales nacatamales.
A nivel centroamericano, el principal país productor de maíz blanco es Guatemala, seguido de El Salvador. Sin embargo, este grano forma parte del recetario tradicional de toda la región y visitar los típicos mercados, participar en clases y talleres de cocina tradicional, vivir experiencias con comunidades locales de productores y, por supuesto, disfrutar de la rica gastronomía que tiene al maíz como protagonista son solo algunas de las muchas posibilidades disponibles para acercarse a este icónico cultivo.
En todo caso, visitar Centroamérica y República Dominicana supone descubrir y disfrutar una cultura gastronómica apasionante, ligada a la tierra y la tradición, pero marcada inexorablemente por la influencia de todos aquellos que han llegado de fuera y han hecho de este maravilloso rincón del continente americano su hogar.
Fuente: Promotourist