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¡Llegaron las ballenas! El litoral patagónico de Argentina alberga varias reservas naturales con diversas especies de fauna marina, pero en ninguna parte se ofrece una concentración tan espectacular como en Península Valdés, en la provincia de Chubut. La península penetra en el mar formando dos golfos, lugar de encuentro para cientos de ballenas francas australes, que cada año, entre junio y diciembre, acuden a estas costas para cumplir con su ciclo reproductivo.
Monumento Natural de los mares del sur, la ballena franca austral es una especie protegida que llega a medir 15 metros de largo y a pesar entre 40 y 45 toneladas. Península Valdés acoge una de las mayores poblaciones del mundo, formada por unos 2.500 ejemplares. A diferencia de otras ballenas, esta especie pasa mucho tiempo en la superficie mostrando su cola, aletas y espalda. Su principal característica es la presencia de callosidades en la cabeza, unos engrosamientos de la piel colonizados por parásitos que les confieren una apariencia rugosa y un color amarillento.
Puerto Pirámides es el único poblado y centro de servicios de la Península donde se puede practicar el avistamiento de ballenas, y disfrutar de un ecosistema natural único gracias a una gran oferta de excursiones terrestres y marítimas que permiten conocer otros animales como elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines u orcas. Y a unos 100km, la localidad de Puerto Madryn es conocida además como la Capital Argentina del Buceo gracias a sus aguas cristalinas, sus parques naturales y la construcción de arrecifes artificiales en la Bahía Nueva.
Península Valdés, Patrimonio Natural de la Humanidad
Península Valdés es un increíble accidente geográfico, casi una isla, unido al continente por una angosta y larga franja de tierra: el Istmo Ameghino. A ambos lados de la Península se encuentran, al norte, el Golfo San José, y al sur, el Golfo Nuevo. Sus aguas serenas, profundas y claras se han convertido en criaderos naturales para una gran variedad de aves marinas.
En esta extensión de meseta, salinas y ambientes costeros con playas de acantilado, arena y canto rodado, conviven especies únicas en el mundo. Algunos de los lugares que vale la pena visitar son la Isla de los Pájaros (un importante apostadero de aves marinas), Punta Delgada (escenario de elefantes marinos), Caleta Valdés (una lengua de tierra de 30 kilómetros e islas interiores donde es posible avistar elefantes marinos y, en temporada de reproducción y cría, pueden verse también orcas) y Punta Tombo (creada para proteger al pingüino de Magallanes y a otras especies como la gaviotas cocineras y australes, gaviotines, ostreros, cormoranes y animales terrestres como ñandúes, maras, guanacos y zorros).
En todo caso, Argentina es un paraíso natural que ofrece una colección de experiencias realmente fascinante. Y si a ello sumas una gastronomía excepcional y un patrimonio histórico y cultural único, entre otras maravillas, entonces tienes un destino totalmente fuera de serie.
Fuente: INPROTUR