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Todo el mundo sabe que Amberes es la ciudad de Rubens y van Dyck, y de los diamantes, y uno de los puertos comerciales más importantes del mundo…, pero no tantos saben –por lo menos hasta ahora– que este singular destino belga es también un paraíso gastronómico realmente apasionante.
De las mejores cervezas a las clásicas patatas fritas; de exóticos mercados a restaurantes con Estrella Michelin…, los sabores de Amberes son un reflejo de la rica tradición belga, pero también de la cocina más cosmopolita y, por supuesto, de la propia multiculturalidad de la ciudad. En todo caso, aquí quedan 7 claves para visitar este destino y descubrir un conjunto de propuestas culinarias que no tiene desperdicio.
1) La “triada” belga.- Cervezas, patatas fritas y chocolate; la “triada” belga está bien presente en Amberes, y eso hay que aprovecharlo. No es casualidad que en Bélgica existan unos 680 tipos de cerveza y que se produzcan más de 170 mil toneladas de chocolate… ¡cada año! En todo caso, en la vertiente dulce hay que echar un vistazo a lugares como The Chocolate Line, una espectacular tienda alojada en un palacio, o a Chocolate Nation, el museo más grande del mundo sobre el chocolate belga. Del mismo modo, un buen lugar para empezar a descubrirlo el inagotable universo cervecero de Amberes es De Kulminator, elegida mejor cervecería del mundo, o la cervecería De Koninck con su museo interactivo de la cerveza. Cierran el círculo las famosísimas patatas fritas, y para disfrutarlas de la manera más auténtica hay que ir a un típico frituur, como Frituur Number One, abierto día y noche desde 1980, o al clásico Fritkot Max, en servicio 24×7 desde 1842 –con todo y museo sobre las patatas fritas.
2) Dos clásicos locales.- Descubrir los sabores de Amberes supone disfrutar de un viaje gastronómico rico y diverso, pero si hay algo que no se puede dejar de lado son dos iconos locales: las Antwerpse Handjes (Manitas de Amberes) y el Elixir d’Anvers. Las primeras son las típicas galletas o bombones hechos de una masa con almendras o chocolate con leche, íntimamente ligadas al folclor popular; el segundo es un famoso licor tradicional preparado con 32 plantas y hierbas de distintas partes del mundo, desde 1863, por la destilería de la familia De Beukelaer. Dos ejemplos de esos sabores de Amberes que expresan la dilatada tradición culinaria de la ciudad.
3) Cocina flamenca “de toda la vida”.- Amberes ofrece, por supuesto, una buena muestra de la mejor cocina flamenca tradicional. Platos contundentes, con cuerpo, como el Stoofvlees, un guiso de carne de buey y cerveza, o el Waterzooi, otro guiso típico a base de pollo, pescado o bogavante, con verduras y crema de leche, reflejan, y combaten, esos días fríos y lluviosos tan frecuentes en el norte de Europa. Lugares como Ciro’s, Felix Pakhuis, De Pottekijker o Sir Anthony Van Dijck –este último encajado en el callejón Vlaaikensgang, la calle más pequeña de Amberes–, entre otros, muestran esta cara más tradicional de la gastronomía amberina.
4) Sabores de vanguardia.- Con todo su bagaje gastronómico, o más bien gracias a ello, Amberes ha sabido dar un paso adelante para construir, también, una escena culinaria plenamente contemporánea. Desde restaurantes con Estrella Michelin, como Dôme, Het Gebaar, Kommilfoo, ‘t Zilte y The Jane, hasta propuestas gastronómicas totalmente innovadoras, como la de Graanmarkt 13, un microcosmos en el que cada piso cuenta una historia diferente: una tienda de moda y diseño, un singular propuesta de alojamiento y el restaurante del chef Seppe Nobels, quien no solo transforma los mejores ingredientes de temporada y Km 0 sino que también los produce en el propio tejado del edificio: hierbas aromáticas y miel que van directo al plato. No es casualidad, en este sentido, que Amberes haya sido elegida como sede para el año 2021 de la gala de The World’s 50 Best Restaurants, los galardones que celebran lo mejor de la gastronomía.
5) Viva el verano.- Una característica más de la escena gastronómica de la ciudad es la ebullición que experimenta durante temporada estival, encabezada por los típicos zomerbar (bares de verano), que bajo el concepto pop-up van surgiendo por la ciudad; un buen ejemplo es el Bar Chapel, situado en una antigua capilla y el jardín de un monasterio del bullicioso distrito de Borgerhout. Tomar unos buenos mejillones –otra de las “joyas” gastronómicas locales– en alguna terraza a la orilla del río Escalda, en lugares como De Zeester o An’s Hoeve, cerca de Sint Anneke, la “playa” de Amberes, o participar en alguno de sus festivales gastronómicos, como el Bierpassieweekend o Antwerpen Proeft/Taste of Antwerp, forma parte también de esa efervescente agenda culinaria que va cogiendo tono conforme el calor aumenta.
6) El menú del mundo.- Amberes tiene cerca de medio millón de habitantes, ¡que representan a más de 170 nacionalidades! En otras palabras, muchas culturas tienen su propia cocina en Amberes, dando fondo y forma a una escena gastronómica totalmente cosmopolita. Así, por ejemplo, el norte de Amberes es un barrio multicultural con restaurantes y tiendas turcas, africanas, japonesas, árabes e indias que colorean sus calles. Del mismo modo, los restaurantes y supermercados chinos están reunidos, obviamente, en el Barrio Chino de la calle Van Wesenbekestraat, y la cultura judía también está muy presente en Amberes, especialmente en el área alrededor de la Estación Central –el Barrio de los Diamantes–, –, donde se pueden encontrar restaurantes kosher. En definitiva, un paraíso foodie.
7) Entre puestos.- Y si algo permite percibir a fondo el colorido y la diversidad culinaria de Amberes esos son sus mercados. Después de todo, esta ciudad siempre ha sido un gran centro de intercambios, con productos de todo el mundo pasando por su puerto, sus lonjas y comercios. El Vreemdelingenmarkt (“mercado exótico”), que se instala los sábados en la plaza de Theaterplein y sus alrededores, vende productos locales, pero también especialidades turcas, marroquíes y todo tipo de delicias “del sur”. Compartir impresiones con los tenderos –uno francés, otro marroquí, el de más allá mexicano…–, descubrir un queso con mucho carácter o unas olivas de aroma irresistible, tomar un té con nueces o un pad thai… recorrer el Vreemdelingenmarkt supone viajar por los sabores del mundo. Del mismo modo, el mercado bio de Falconplein refleja la conciencia ecológica cada vez presente en la ciudad, y todos los domingo se convierte en el epicentro del comercio de productos ecológicos, frescos, saludables y de proximidad.
Todos los sabores de Amberes
Arte, cultura, patrimonio histórico, arquitectura, moda, compras… y una gastronomía realmente fuera de serie, hacen de Amberes un destino realmente apetitoso en cualquier época del año. Ya sea disfrutando de unas clásicas patatas fritas con una buena cerveza Bolleke, o descubriendo las innovadoras propuestas culinarias de una joven promesa de los fogones, o viajando por las cocinas del mundo en un pintoresco mercado, los ricos y diversos sabores de esta polifacética ciudad belga ofrecen un conjunto de experiencias capaz de superar las expectativas de cualquier viajero. ¡Que aproveche!
Fuente: Visit Antwerpen
Nota: ¡Sumérgete a fondo en la riqueza y diversidad gastronómica de Amberes echando un vistazo al reportaje que hemos publicado en la última versión impresa de Expocultur! Puedes consultar su versión on-line en este enlace.