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Situada en el corazón de la región francesa de Normandía, la ciudad de Le Havre es simplemente fascinante, por su belleza oceánica, por su dinamismo… Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su moderna arquitectura, Le Havre tiene mucho que ofrecer, y aquí van solo algunas sugerencias para disfrutarla este verano.
1. Le Havre, una ciudad UNESCO
Arrasada por las bombas de la Segunda Guerra Mundial, Le Havre resurgió de sus cenizas gracias a un proyecto sin precedentes. El Estado francés confío la reconstrucción de la ciudad a uno de los mayores arquitectos de su tiempo: Auguste Perret, contemporáneo y maestro de Le Corbusier, y quien se encargó de crear la nueva urbe a través de una arquitectura humanista. Nunca una ciudad ha sabido crear una mejor simbiosis con su entorno y es precisamente por ello que se trata de la única ciudad cuya arquitectura moderna está clasificada como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
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2. Un Verano en Le Havre
Hasta el 22 de septiembre, Le Havre vuelve a celebrar un gran evento que surgió en 2017 para celebrar el 500 aniversario de la creación de la ciudad y su puerto. Un Été Au Havre (Un verano en Havre) llega así a su tercera temporada para jugar con la arquitectura diseñada por Auguste Perret. Desde su origen, esta iniciativa ha impulsado la instalación de obras de arte contemporáneas, sobre todo de gran formato, en el espacio público; un diálogo artístico con la ciudad y sus habitantes conforma el ADN de este evento. En todo caso, este año 2019, 11 nuevas obras e instalaciones enriquecerán la colección existente.
3. Una ciudad llena de arte
Le Havre, su puerto, su playa, sus regatas, inspiraron a grandes pintores como Pissarro, Boudin o el maestro Monet y su famosa obra “Impresión, sol naciente“, que precisamente dio nombre al movimiento impresionista. En este sentido, la ciudad ofrece un conjunto de museos capaz de cautivar a cualquiera. Como el MuMa (Musée d’art moderne André Malraux), situado cerca del lugar donde Monet colocó su caballete en 1872, que alberga la primera colección impresionista en Francia después del Museo de Orsay en París. Además, la exposición inmersiva Imagine Van Gogh está de visita en la ciudad hasta el 1 de septiembre.
4. Navegar por el estuario
En Le Havre el río Sena se funde con el Atlántico. Y de junio a septiembre su maravilloso estuario se puede disfrutar de una manera distinta. La travesía marítima entre Le Havre y Deauville / Trouville-sur-Mer invita descubrir los paisajes y la arquitectura desde el agua, disfrutando de un punto de vista totalmente distinto de la Côte Fleurie y sus playas de arena, del frenético puerto o la incomparable arquitectura de Le Havre… majestuosas perspectivas en un viaje de ida y vuelta, con escala en la orilla contraria, para apreciar las maravillas que se encuentran a ambos lados del estuario del Sena.
5. Descubrir Étretat
A solo unos kilómetros del puerto de Le Havre se encuentra esta zona costera, famosa por sus acantilados blancos de caliza, que el mar ha erosionado en forma de arco. Y además de su incuestionable belleza natural, Étretat ofrece, particularmente durante el verano, una agenda cultural que no tiene desperdicio. No es casualidad que artistas de la talla de Monet o Delacroix, o escritores como Dumas o Flaubert, hayan encontrado la inspiración en esta ciudad costera. Grandioso e inolvidable, es un lugar imprescindible durante cualquier visita a Normandía.
El corazón de Normandía
Le Havre es el claro ejemplo de por qué hay que viajar a Francia. La ciudad es arte, es cultura, es paisaje, es naturaleza, es ocio y compras, es arquitectura, es espectáculo, es gastronomía…, vamos, que esta maravilla costera es el auténtico corazón vibrante de Normandía y el destino perfecto para disfrutar de unas vacaciones fuera de serie.