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Los paisajes de la provincia de Salamanca comienzan a cubrirse de tonos ocres con la llegada del otoño, estación que sirve para desarrollar un conjunto de actuaciones turísticas enmarcadas dentro del programa “Los 1.000 otoños de Salamanca”.
Esta iniciativa, impulsada por la Diputación, en colaboración con ayuntamientos, la Fundación Patrimonio Natural y empresas y profesionales de la provincia, se llevará a cabo del 21 de octubre al 19 de noviembre y la componen 15 actividades que abarcan todo el territorio. Se trata de propuestas populares, para todos los públicos, que trabajarán la interacción, la participación y la relación entre visitantes y habitantes. En ellas se incluirá almuerzo y/o degustación y se contará con la presencia de guías especializados, personajes, paisanos, antropólogos, artistas, ganaderos, músicos, narradores y terapeutas.
Pasear y mirar como un artista.- Visitar los cuatro Caminos de Arte y Naturaleza de la Sierra de Francia: “Las Raíces”, “El Agua”, “Los Prodigios” y “El bosque de los Espejos”, y hacerlo junto a sus creadores, es una de las experiencias que ofrece este singular programa. Además, para completarla, el visitante podrá disfrutar de la belleza de los diversos Conjuntos Históricos de la zona.
Rastros, huellas y señales.- Un espectacular recorrido por los bosques de castaños centenarios de El Casarito permitirá descubrir fauna, flora, cultura, personajes, saberes y misterios a los más aventureros. Los bosques son universos múltiples y los visitantes deben dar con sus diferentes “puertas de acceso” con la ayuda de guías naturalistas, antropólogos y actores.
Noche estrellada.- El programa contempla una noche para los jóvenes, en la que podrán observar las estrellas en La Honfría, uno de los parajes de otoño más hermosos de Salamanca, al tiempo que escucharán historias que se descuelgan desde la Vía Láctea, al son de una banda “indie”.
Aves y leyendas.- Los visitantes que elijan las actividades en Las Arribes podrán asomarse a sus espectaculares miradores, con el Duero a más de 200 metros bajo sus pies, mientras reciben el saludo de cigüeñas negras, alimoches, águilas perdiceras y hasta buitres leonados. Se trata de disfrutar de su compañía y de un territorio hecho de músicas y leyendas.
Los trabajos y los días.- Recorrer y conocer una tierra que contiene mucho más de lo que se ve a primera vista es siempre una experiencia. Un viaje a La Armuña permitirá recorrer una tierra de legumbres, ovejas, queso, moruchas, caza y hasta charlar un rato con el general Wellington por los parajes en los que se libró la Guerra de la Independencia a inicios del siglo XIX.
La Montanera.- Cuando caen las bellotas, la dehesa comienza a transformar a los “marranos” en uno de los manjares de la creación, el jamón ibérico. La Montanera es una actividad concebida para conocer ese proceso y, al mismo tiempo, para ver cómo los toros sueñan ya con la tranquilidad del invierno que se aproxima; siempre acompañados de sus ganaderos.
Rituales e historias.- Esta actividad se llevará a cabo en dos pequeños enclaves de la provincia de Salamanca, Gejo y Cantaracillo, y consistirá en “catar”, además de sabrosos productos, otros manjares: historias, artesonados, trazos, palabras, poemas, suspiros, sones, proyectos y recuerdos. La esencia de estas tierras.
Para más información e inscripción al programa: www.milotoños.com
Fuente: Comunicación Iberoamericana